Tte cnl Juana Azurduy

Publicado por GustavoMarcelo, Diciembre 05, 2011, 06:03:27 PM

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GustavoMarcelo

http://edant.clarin.com/diario/2009/07/ ... 959471.htm                     EL ROL DE LAS MUJERES EN LA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA
Juana Azurduy, teniente coronel de Belgrano ascendida a general
Por: Pacho O'Donnell-HISTORIADOR

Reivindicar a Juana Azurduy es hacer justicia con el papel de la mujer en los primeros años de nuestra patria cuando muchas de ellas empuñaron el sable o la lanza para defender sus ideas, desmintiendo el rol pasivo de donar alhajas o coser banderas que le adjudicó nuestra historiografía machista.Nacida en 1781 cerca de Chuquisaca, Juana pronto quedaría huérfana de padre y madre. Su vecino de finca era el joven Manuel Ascencio Padilla, y ambos, enamorados, compartiendo sus ansias de justicia e independencia contrajeron matrimonio, y en poco tiempo más el hogar se completó con los hijos Manuel, Mariano, Juliana y Mercedes.

La vida cambiaría definitivamente para los esposos el 25 de mayo de 1809, a raíz del levantamiento revolucionario en el Alto Perú, que entonces formaba parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuando Juana y Manuel tomaron partido por la causa de la libertad americana llevando consigo a sus cuatro pequeños. Juana recorría las comarcas vecinas reclutando mujeres y hombres para la guerra de guerrillas y organizó el batallón "Leales", que integraban también amazonas, que comandó en varias acciones contra la dominación española. Venció a los españoles en la batalla de "El Villar", siendo premiada por el gobierno de Buenos Aires, por recomendación de Belgrano, con el grado de "Teniente Coronela", único caso en nuestro ejército.

Los realistas se propusieron terminar de una vez por todas con el matrimonio patriota. Acosada por el fortalecido enemigo Juana se internó en el valle de Se­gura, ocultándose a orillas de pantanos infestados de mosquitos. Allí sus cuatro hijos contrajeron la fiebre palúdica y todos murieron.
Pero la tragedia seguiría ensañándose con Juana: una emboscada se abatió sobre los patriotas guerrilleros y la situación se tornó muy comprometida. Entonces Manuel Ascencio, quien ya había ganado distancia en su escape, volvió grupas para defender a su amada. Fue entonces alcanzado por un trabucazo que lo derribó en tierra. El cruel coronel Aguilera, también altoperuano aunque al servicio del rey, decapitó al derribado Padilla.

A partir de entonces Juana Azurduy, ahora viuda de Padilla, buscó protección en Martín Miguel de Guemes pero tiempo después, como perseguida por un sino siniestro, también el jefe de los gauchos de Salta se inmolaría en su lucha por la Independencia. Regresada a Chuquisaca, uno de sus pocos momentos de felicidad fue cuando sorpresivamente Simón Bolívar, acompañado del mariscal Sucre, se presentó en su humilde casa de adobe y paja para expresar su homenaje a tan gran luchadora, conce­diéndole una pensión mensual de 60 pesos.Sin parientes ni amigos, a los 82 años, Juana murió en la más absoluta soledad y pobreza porque la pensión acordada por Bolívar le fue pagada puntualmente apenas durante dos años. Murió, como no podía ser de otra manera, un 25 de Mayo. Y esto, un postrer homenaje de la historia, tam­bién fue, una vez más, motivo para el desaire de sus contemporáneos. Cuando alguien se diri­gió a las autoridades chuquisaqueñas, reclamando las honras fúnebres que le hubieran correspondido, el mayor de plaza, un tal Joaquín Taborga, le respondió, en una involuntaria broma de pésimo gusto, que nada se haría pues estaban todos muy ocu­pados en la conmemoración de la fecha patria
[resaltar:2dhuimm6]Lamentablemente así pagamos a nuestros heroes..........[/resaltar:2dhuimm6]

werewolf

#1
siempre presentes, juana azurduy, manuela pedraza, y las cientos de mujeres que acompañaban los regimientos y que mcuhas veces peleaban a la par de sus hombres.

alejandro jofre

#2
Habría que ponerla en el billete de $100....  :sm31:

RAB

#3
Pacho O'Donnell es un ladro, no un historiador.
Antes que me salten al cogote, basta esta frase: "El cruel coronel Aguilera, también altoperuano aunque al servicio del rey", refleja que este tipo que tanto se queja de la "historia oficial" sigue con el versito de españoles contra americanos, cuando en realidad lo que antecedió a la independencia fue una verdadera guerra civil entre españoles (españoles americano y españoles peninsulares, todos revueltos) por la decisión de la línea sucesoria una vez planteado el conflicto de vacancia. ¿Cómo se explica, si no que personajes como Larrea hayan sido españoles de nacimiento pero fieles a la causa juntista?

GustavoMarcelo

#4
[resaltar:3s75epui]Para los que siempre ven el vaso medio vacio.........[/resaltar:3s75epui]  http://www.opinioncalificada.com/Leer/4 ... de-America                     Juana Azurduy, Coronel de América
Por Martín Miguel Gí¼emes Arruabarrena

juanaEn Sucre, Bolivia, en el año 2009, al conmemorarse el Bicentenario del Primer Grito de Libertad (25 de Mayo de 1809), el pueblo desbordó las calles Chuquisaqueñas. En cada puerta, en cada balcón, en cada esquina, criollos, mestizos, mulatos, zambos, aborígenes, vitoreaban su nombre. Enfundados en nuestros ponchos colorados, vestidos con nuestros trajes gauchos, los salteños y salteñas, también gritamos su presencia. La heroica guerrillera estaba viva en el corazón de cada uno de los presentes, era la Juana de América.

Recordé, mientras desfilaba emocionado por la ciudad de los cuatro nombres (Charcas, La Plata, Chuquisaca, Sucre), que allá por el año 1999, al visitar por primera vez esta hermosa ciudad boliviana, el Director de la Casa de la Libertad Don Jorge Querejazu me regaló una notable biografía: "La Amazona y el Caudillo", que nutrió mis conocimientos sobre la gesta libertaria e independentista del Alto Perú, donde Juana era puntal indiscutible. En esa ciudad heroica - Chuquisaca - nace  el 12 de Julio de 1780, allí también se casa con Manuel Ascensio Padilla (en 1805), y muere un ¡25 de Mayo!

Seguramente Ud. que comienza a leer esta nota, alguna vez ha escuchado a la Negra Sosa (a nuestra Mercedes, la tucumana), cantar ese aire de cueca norteña (compuesta por Ariel Ramírez y Félix Luna), llamada: Juana Azurduy. No me diga que no sintió en el alma, renacer en sus huesos y en su carne, de la Patria el antiguo esplendor. Eso mismo sentí yo, aquel pasado 25 de Mayo del 2009 (Bicentenario de Sucre), al cumplirse 137 años de su paso a la inmortalidad.

La Octava Conferencia Internacional Panamericana, realizada en Lima en el año 1938, consideró que  "(…) es necesario dar a conocer los valores femeninos más destacados de cada una de las veintiuna Repúblicas Americanas, para rendirles justicia histórica, y estimular con su ejemplo a las mujeres del Nuevo Mundo." Es lo que nos proponemos en este artículo, dedicado a la mujer suramericana.

Juana Azurduy vivió su juventud en Chuquisaca (…) siendo educada con especial dedicación en las letras, leyendo asombrosa cantidad de vidas de Santos, que le sirvieron de ejemplo en el transcurso de su vida, especialmente de aquellos que como San Ignacio de Loyola se habían distinguido durante su juventud en empresas militares. Interrogada en cierta ocasión acerca de tan curiosa inclinación, contestó: "las leo porque son guerreros; ya amo todo cuanto se refiere a las batallas y sus peligros. ¡Oh! Daría mi vida en algún combate, donde sobresalen los valientes…". ("Grandes Mujeres de América" por Luis Trenti Rocamora)

Bartolomé Mitre, fundador de la Escuela de Guerra en Bolivia, sobre Juana Azurduy, expresó: "(…) de las patriotas más extraordinarias por su genialidad, la más trágica por sus sanguíneas represalias y la más heroica por sus sacrificios oscuros y deliberados…"

Según un historiador, la mujer que había merecido los elogios de Mitre era: "(…) de gallarda presencia, rostro hermoso y tan valiente como virtuosa."

padillaEl matrimonio libertario e independentista que conformaban Manuel Ascensio Padilla y Juana Azurduy, sembró el terror entre las fuerzas realistas. Las acciones militares de la bizarra amazona encontraron digno escenario en Tocobamba y Quilaquila, Potolo y Río Grande de los Guayavos, y después en Pocona y Tarvita, Ayquile y Carretas, Laguna y Pocpo, Tarabuco y Presto. Sin embargo, para estos tiempos difíciles que vivimos los suramericanos, más que las batallas, debemos recordar sus conductas.

Como en cierta ocasión los realistas ofrecieron dinero al Coronel Ascensio Padilla a trueque de cierto convenio favorable, éste contestó: " (…) la propuesta de dinero y otros intereses, sólo debe hacerse a los infames que pelean por su esclavitud; más, no a los que defienden su dulce libertad, como lo hacemos a sangre y fuego…"

En otra ocasión, vemos a la Padilla dirigirse a su marido en los siguientes y graves términos, con motivo que éste debía entrevistarse con un realista en misión especial: " (…) Conozco la elevación de tus sentimientos; mi fe es completa en la firmeza de tu carácter y de convicciones… pero se también la astucia y habilidad que distingue a los servidores del Rey. Si su contacto empañase tu honradez… si te desviases de la senda del deber, te juro que seré yo quién castigue tu ineficiencia a la causa de la patria." ¡Con mujeres como esa, se tejió la trama de nuestra independencia!

belgranoFue el General Don Manuel Belgrano quien dirigiéndose al Director Supremo del Río de la Plata, refiriéndose a la gloriosa mujer, expresó: "(…) Paso a sus manos el diseño de la bandera que la amazona doña Juana Azurduy tomó en el cerro de la Plata como once leguas al este de Chuquisaca, en la acción a que se refiere el comandante don Manuel Ascensio Padilla, quien no da esta gloria a la predicha su esposa por moderación, pero por otros conductos fidedignos me consta que ella misma arrancó de manos del abanderado, ese signo de tiranía, a esfuerzo de su valor y de sus conocimientos en milicia poco comunes a personas de su sexo…".

En carta, fechada en Tucumán, el 21 de Octubre de 1816, que el general Manuel Belgrano dirige a la heroína, con el objeto de hacerle llegar los despacho de Teniente Coronel, le dice: (…) En testimonio de la gran satisfacción que han merecido de nuestro supremo Gobierno las acciones heroicas, nada comunes a sus sexo, con que usted ha probado su adhesión  a la santa causa que defendemos, le dirige por mi conducto el despacho de Teniente Coronel: doy a usted por mi parte los plácemes más sinceros, y espero que serán un nuevo estímulo para que redoblando sus esfuerzos, sirva usted de un modelo enérgico a cuantos militan bajo los estandartes de la nación.".

Muerto su esposo, en 1817, Juana Azurduy se refugió en Salta, bajo la Protección del Coronel Mayor Martín Miguel de Gí¼emes. Aquí permaneció, colaborando con el Caudillo de la Epopeya de la Guerra Gaucha, hasta su asesinato (1821). Volviendo a su tierra, corrida por la pobreza y la ingratitud, en 1825.

En carta al Mariscal de Ayacucho Gral. Antonio José de Sucre, la Coronela expresa:  (…) Solo el sagrado amor a la Patria me ha hecho soportable la pérdida de mi marido sobre cuya tumba había jurado vengar su sangre y seguir su ejemplo: más el Cielo, que señala ya la caída de los españoles, mediante la invencible espada de V.E., quiso regresase a mi casa, donde he encontrado disipados mis intereses y agotados todos los medios que pudieran proporcionar mi subsistencia; en fin rodeada de una numerosa familia y de una tierna hija que no tiene más patrimonio que mis lágrimas; ellas son ahora que me revisten de una gran confianza para presentar a V.E. la funesta lámina de mis desgracias, para que teniéndolas en consideración, se designe ordenar el goce de la viudedad de mi finado marido o el sueldo que por mi graduación puede corresponderme…".

El Gobierno le otorgó la pensión que como guerrera y viuda de militar, le correspondía, pero nunca la percibió. En medio del olvido y del silencio de sus compatriotas, entró esta mujer en la inmortalidad  el día 25 de Mayo de 1862. Su entierro - escribe el General Remallo - fue humilde, demasiado humilde; cuatro o seis personas acompañaron su ataúd al Cementerio General, donde fueron inhumados sus restos. Hoy día se ignora hasta el lugar donde ellos fueron sepultados. Un cofre, un cuadro, la recuerda en la sala de los guerrilleros, en la Casa de la Libertad, en su ciudad natal. Sin duda, es la flor guerrera del Alto Perú.
Martín Miguel Gí¼emes Arruabarrena