¿Qué significa tercio español?

Publicado por FENIX, Septiembre 27, 2012, 07:01:30 PM

Tema anterior - Siguiente tema

FENIX

El perro de Rocroi



Arturo PÉREZ REVERTE
24/10/2011

La vida concede ciertos privilegios, y tener algunos amigos leales, sólidos como rocas, es uno de los míos. Entre ellos se cuenta el mejor de los pintores de batallas españoles vivos: se llama Augusto Ferrer-Dalmau, y llegué a su amistad por el camino más corto: la admiración que siento por su obra. Un día fui a una exposición suya y se lo dije. Le hablé de cómo, en mi opinión, su pintura continúa y renueva una tradición clásica que en España, con breves excepciones, tuvo escasa fortuna. Pocos de nuestros pintores se ocuparon de un género que en Francia tuvo a Meissonier y a Detaille, y en Inglaterra a Caton Woodville. Por ejemplo.

Ahora Ferrer-Dalmau ha terminado un cuadro espléndido, que estos días puede admirarse en una exposición que sobre su obra y la de su paisano Cusachs se celebra en el venerable edificio de Capitanía de Madrid, esquina de Mayor con Bailén. Se llama `Rocroi. El último tercio´, y narra -pintar con talento es una forma de narrar tan eficaz como otra cualquiera- la situación en el campo de batalla de Rocroi hacia las diez de la mañana del 19 de mayo de 1643, cuando los veteranos de la destrozada infantería española, formando el último cuadro, esperaban impasibles el ataque final de la artillería y la caballería francesas. Último ataque, éste, que no llegó a producirse. Admirado el duque de Enghien por la resistencia de los españoles -murallas humanas, los llamaría Bossuet- permitió a los supervivientes capitular con todos los honores, en los términos que se concedían a las guarniciones de plazas fuertes.

El cuadro de Rocroi tiene para mí un sentido especial, pues nació de una conversación con el pintor mientras despachábamos un cordero con cuscús en un restaurante de Madrid. Un lienzo crepuscular, fue la idea, que reflejase la soledad y el ocaso, la derrota orgullosa, el impávido final simbólico de la fiel infantería que durante dos siglos, desde los Reyes Católicos a Felipe IV, hizo temblar a Europa. El retrato riguroso de aquellos soldados empujados por el hambre, la ambición o la aventura, que acuchillaron el mundo caminando tras las viejas banderas, desde las junglas americanas a las orillas lejanas del Mediterráneo, de las costas de Irlanda e Inglaterra a los diques de Flandes y las llanuras de Europa central: hombres brutales, crueles, arrogantes, amotinadizos y broncos, sólo disciplinados bajo el fuego, que todo lo soportaban en cualquier degüello o asedio, pero que a nadie -ni siquiera a su rey- toleraban que les alzase la voz.

Mete un perro en el cuadro, sugerí más tarde, cuando el artista me mostró los primeros bocetos: uno que, como sus amos, se mantenga erguido esperando el final. Un chucho español flaco, pulgoso, bastardo, que siguió a los soldados por los campos de batalla y que ahora, acogido también al último cuadro, abandonado por su patria y sin otro amparo que sus colmillos, sus redaños y los viejos camaradas, espera resignado el final. Y píntalo tan desafiante y cansado como ellos.

A Ferrer-Dalmau le gustó la idea. Y ahora he visto el cuadro acabado, y el perro está ahí, en el centro, entre un veterano de barba gris y un joven tambor de trece o catorce años que el artista ha pintado rubio porque, naturalmente, es hijo de madre holandesa y de medio tercio. En el lienzo no figura el nombre del perro; pero Ferrer-Dalmau y yo sabemos que se llama Canelo y es un cruce de podenco y galgo español de hocico largo y melancólico, firme sobre sus cuatro patas, arrimado a sus amos mientras mira las formaciones enemigas que se acercan entre el humo de la pólvora, dispuestas al ataque final. Vuelto a los franceses como diciéndose a sí mismo: hasta aquí hemos llegado, colega. Es hora de vender caro, a ladridos y dentelladas, el zurcido pellejo. El cuadro es soberbio, como digo. O me lo parece.

Retrata a la pobre y dura España de toda la vida: el soldado ciego con una espada en la mano, al que un compañero mantiene de pie y vuelto hacia el enemigo; los que rematan sañudos a los franceses moribundos; el tranquilo arcabucero que sopla la mecha para el último disparo; el desordenado palilleo de picas que eriza la formación, tan diferente a las victoriosas lanzas que pintó Velázquez. Y sobre todo, la expresión de los soldados que miran al enemigo-espectador con rencor asesino. Acércate, parecen decir. Si tienes huevos. Ven a que te raje, cabrón, mientras nos vamos juntos al infierno. Realmente da miedo acercarse a esos hombres; y uno entiende que les ofrecieran rendirse con honor antes que pagar el precio por exterminarlos uno a uno. Son tan auténticos como el buen Canelo: españoles desesperados, tirados como perros, olvidados de Dios y de su rey. Y pese a todo, arrogantes hasta el final, fieles a su reputación, temibles hasta en la derrota. Peligrosos y homicidas como la madre que nos parió.



http://www.perezreverte.com/articulo/pa ... de-rocroi/

guerreiro galego

#1
Buenas tardes Sr. Fénix. Primeramente, soy fiel seguidor de Don Arturo Pérez Reverte desde hace años, en toda la amplitud de su obra, siendo ya varios de sus libros los que fueron llevados a la pantalla grande y por supuesto admirador de su personaje el Capitán Diego Alatriste y Tenorio.-
Segundo por mis venas corre cien por ciento sangre hispana, de ése inmenso imperio en donde nunca se pone el sol, por lo tanto me gusta mucho investigar sobre el tema.-
A continuación le transcribo un completo artículo, respondiendo a su interrogación sobre el Tercio Español, la fabulosa e inimitable máquina de combate que significa la Infantería Española de los Siglos 16 y 17.-
-- ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los tercios de Flandes.-

Fueron según se dijo en su tiempo; la mejor infantería del mundo, estos aguerridos combatientes fueron el soporte que hizo que en los dominios españoles no se pusiera el sol. La Monarquía española en los siglos XVI y XVII se basó en esta legendaria unidad de combate, llamada los tercios.

Siendo el brazo ejecutor del dominio español , dejando honda huella como tropas de choque en los múltiples escenarios de conflicto en los que se vieron inmersos, desde Nápoles y Milán, a Flandes o en la frontera francesa, con tropas sumamente escogidas para cada ocasión, siendo sus tácticas copiadas por las más modernas unidades militares de combate.

Pese a que su radio de acción cubría toda Europa , fue en los Países Bajos donde los tercios actuaron durante más tiempo y cosecharon sus gestas más notables y laureadas. De aquí les viene el nombre de "los Tercios de Flandes", unas unidades militares creadas por la Casa de Austria.

PROLEGÓMENOS HISTÓRICOS:

A mediados del siglo XVI toda Europa vivía en guerra, una guerra diversa pero persistente y desoladora, que se inició en la contienda entre Carlos I de España y Francisco I de Francia y se alargó a las contiendas religiosas en Alemania, sin olvidar la contienda contra los otomanos en el Mediterráneo. De hecho, los Tercios fueron creados por Carlos I, tras la reforma del ejército de 1534, como garantía de las posesiones españolas en Italia, se cree que su nombre viene dado por la "tercia" , la legión romana destacada en Hispania. Siendo probablemente sus orígenes en el cuerpo expedicionario de Gonzalo Fernández de Córdoba, en Italia, que estaban organizados en coronelías, que agrupaban a las capitanías. La estructura militar innovada por los Reyes Católicos en la guerra de Granada y en la campaña de Italia, estaban fuertemente influenciadas por el "modelo suizo", cuyos triunfos de la citada infantería suiza contra la caballería pesada de Borgoña, en una serie de batallas, fueron una verdadera revolución en el arte de la guerra moderna.

Pero en el año de 1566 se prendió la mecha a una nueva contienda, cuando los habitantes de Flandes se negaron a aceptar un mayor control religioso y político por parte de Felipe II,  pero fue en el 1572 cuando se convirtió en una guerra abierta que fue más encarnizada y sangrienta que las anteriores. Este conflicto tenia motivos económicos, pero también religiosos y políticos , con una estrecha relación con el desarrollo del calvinismo en los Países Bajos y un sentimiento puramente nacionalista.

 El rey de España, Felipe II como paladín de la fe católica sabía que además estaban en juego argumentos de prestigio y estrategia , ya que los Países Bajos eran la vía de  comunicación "natural" , con importantes potencias, como Inglaterra, Francia y el Imperio. Ya hubo entre  sus consejeros quien puso sobre la mesa un argumento duro pero tremendamente realista, que era que mientras se combatiera allí, la península ibérica se libraría de los azotes de la guerra.  Ahí entraron en juego los Tercios para llevar la guerra a tierras lejanas, el Rey de España sabía que podía contar con su valentía, aunque ya en los tiempos de Carlos I los problemas económicos se habían solventado más mal  que bien , se habían hecho frente a los numerosos temas de política exterior en los que estaba inmerso el Imperio español.

El rey Felipe II fue variando las estrategias en el tema de Flandes, pasando de la mano de hierro del Duque de Alba, a la política de conciliación de Luis de Requesens o del mismo hermanastro del rey, D. Juan de Austria, pasando por el pragmatismo del duque de Parma, Alejandro Farnesio. Tras la tregua de 1609 y 1621, lograda por Felipe III, reanudose la guerra durante más de veinte años, hasta la verdadera paz que no llegó hasta el 1648( Paz de Westfalia), con el reconocimiento de la independencia de lo que ahora conocemos por los Países Bajos y fueron compensadas también con dos provincias más(al norte del río Escalda, arruinando la salida fluvial de Amberes, parte las que ya habían ocupado en las Indias Orientales. Fue verdaderamente una larguísima y sangrienta guerra, a veces conocida como la de los "Ochenta años" . Durante todo este gran espacio de tiempo, los enormes gastos logísticos y militares hicieron que  España a pesar del heroísmo de sus Tercios de Flandes , fuese incapaz de ganar esta guerra. Esto sin embargo, sin menoscabo de que España, debido en gran manera al valor de sus soldados resistiera tan largo tiempo, da un muestra del poderío militar de nuestro país, en aquella época .

Su estructura interna

Hoy en día no hay ninguna duda de que los Tercios españoles fueron unos avanzados en las técnicas modernas militares en los comienzos de la Edad Moderna, influenciados eso si por la llamada "revolución militar" . Siendo ellos los máximos exponentes del talante innovador del ejército de los Austrias, tal como he dicho anteriormente fueron creados por Carlos I en el año 1534 y constituían una fuerza de choque, con amplia autonomía y poseían una gran capacidad de maniobra y de potencia de fuego, basada en una gran combinación de arma blanca : la más característica era la pica, una lanza de unos 5 metros, que se utilizaba para la defensa contra la caballería, (se clavaba en el suelo y se sujetaba con el pie para darle mayor inclinación), tanto como para los ataques, la alabarda era una lanza que tenía en su extremo una cuchilla transversal aguda por un lado y de media luna por el otro, solía ser el arma de los sargentos y de los cuerpos de guardia, las dagas para el combate cuerpo a cuerpo y la espada, considerada el arma más noble, ya que incluso se trasmitía por herencia, al entrar a combatir al enemigo con la espada había de hacerse de perfil para ofrecer el  menor blanco al enemigo.  y de fuego:  estas eran los arcabuces , usados a modo de fusiles, pero al tener poco alcance se había de maniobrar antes del disparo efectivo y los mosquetes que eran más pesados y se disparaban apoyados en una horquilla, clavada en el suelo, produciendo destrozos importantes en un blanco cercano e inmóvil. Estos estaban divididos en tres armas fundamentales, con sus soldados respectivos : piqueros(llamados también "picasecas", y "coseletes" , cuando llevaban media coraza) , tenían como principal función defender a las tropas de los ataques de la caballería rival. Su avance con las picas en posición horizontal, y en las formaciones cerradas resultaba de un efecto demoledor para el enemigo , arcabuceros, estos iban protegidos con la celada, peto, espaldar y escarcelas, siendo la espada y los arcabuces sus principales armas  y mosqueteros, similarmente armados, pero con un mosquete, con mayor alcance en lugar del arcabuz, este mayor alcance les permitió salir de la formación cerrada y acomodarse en el escuadrón, después de abrir fuego, también contaban con artillería(cañones de bronce o hierro colado, semicañones , culebrinas y falconetes) y en ocasiones con caballería( Ceriñola – 1503).

A raíz de la sublevación en 1566, de Flandes y los Países Bajos desde Italia, España y también desde Alemania se enviaron un gran número de tropas. Siendo las de Italia, las tropas verdaderamente llamadas Tercios, de los cuales fueron por este orden los de Lombardía ,  mandados por Fernando de Toledo, hijo del Duque de Alba  y después por Sancho de Londoño, compuesto por 10 compañías con 1.204 soldados, a los que siguieron los de Sicilia, mandados por Julián Romero, compuesto por 19 compañías, con 3.194 soldados, Cerdeña, mandado por Lope de Acuña y después por Juan Solís, formado por 10 compañías, con 1.756 soldados , Nápoles, mandado por Rodrigo de Toledo, formado por 19 compañías, con 3.194 soldados y el llamado Tercio de Galeras(que fue la primera unidad de la infantería de marina de la Historia), El Tercio de Lombardía se transformo en el de Flandes, mandado por Gonzalo de Bracamonte, 19 compañías con 4.750 soldados . Cada uno de estos Tercios , llamados Viejos ,era comandado por un maestre de campo, y su división estaba formada por doce compañías, de ellas diez de piqueros y dos de arcabuceros, de unos aproximadamente 350 hombres, aunque con el tiempo este número se fue reduciendo. Siendo de hecho un cuerpo, teóricamente hablando de unos tres mil hombres, cuando en realidad no llegaba a un poco más de mil quinientos. Estas tropas fueron llamadas la "Infantería Española" y estaban constituidas por 1/3 de arcabuceros y mosqueteros, 1/3 por coraceros o coseletes y 1/3 por pica secas.

Téngase muy en cuenta, que por ejemplo en el Tercio del Duque de Alba convivían 5.000 españoles, 6.000 alemanes y 4.000 italianos y a pesar de la diversidad de naciones todos entendían que estaban al servicio de la Corona española.

Aparte estos hombres incluían casi toda la escala social de la época, desde labriegos hasta hidalgos o segundones de familias nobles, ni menores de veinte años , ni ancianos, ya que la condición física era primordial , aparte los que servían en unidades navales, debían poseer buena dentadura, para poder roer el duro bizcocho. Su alimentación era de un kilo aproximado de pan o bizcocho, una libra de carne o media de pescado, y una pinta de vino, aparte aceite y vinagre. Siendo Castilla, Andalucía, Aragón, Levante y  Navarra, los mayores lugares de reclutamiento. No disponían de uniformes específicos : una ropilla(vestidura corta sobre el jubón), unos calzones, dos camisas, un jubón, dos media calzas, un sombrero y un par de zapatos, pero con la salvedad de que cada cual , costeándoselo de su bolsillo, podía vestir como quisiera. La seguridad de una paga , los posibles ascensos en la jerarquía militar y el posible botín eran los principales motivos de alistamiento, aunque algunas veces las pagas escaseaban , como comentare más adelante.

Su organización
 
En su estructura interna, cada unidad y cada mando, siendo de una estructura parecida excepto en el tamaño, se podían perfectamente insertar dentro de su unidad superior, muy parecido a las muñecas rusas. Una escuadra,(unidad subalterna de 20 hombres) estaba mandada por un cabo, una compañía (varias escuadras), estaba mandada por un capitán(mando supremo de la misma) , el cual tenía bajo su mando un alférez(encargado de custodiar y defender la bandera y atender las necesidades de los soldados) , un sargento(encargado de la instrucción y buen orden de la tropa), un furriel(auxiliar del sargento y responsable de alojamientos) el cabo , ya nombrado anteriormente, el abanderado y también incluían un capellán y tres músicos (un pifano y dos tambores),  varias compañías formaban un Tercio, bajo el mando de un maestre de campo(este designado por el rey, el cual contaba con competencias, militares, legislativas y administrativas), como ya se indicó con anterioridad. Este jefe que también tenía su propia compañía, tenía un sargento mayor bajo su mando, quien tenía la importante misión de formar el escuadrón de combate, con sus cerradas y compactas filas, un furriel mayor, un tambor general( conocedor de todos los toques de batalla), un capellán mayor, un barrachel de campaña( el cual ayudado por los alguaciles, mantenía la disciplina entre las tropas) y un auditor( el cual trataba las diligencias judiciales, tanto civiles como criminales). Teniendo como base la antigüedad para los ascensos, así también el rango social, las aptitudes y méritos en el combate, siendo el periodo mínimo de cinco años para ascender de soldado a cabo, un año de cabo a sargento, dos años de sargento a alférez y tres años de alférez a capitán. O sea que simplificando un soldado con más de diez años de campaña tenía asegurado el ascenso a oficial.

Esta organización no solo ponía en la batalla una racionalizada estructura de mando, sino que hacía hincapié en la disciplina de sus tropas, en una época en que la centralización de la autoridad, asimismo como la instrucción de la tropa, pues cada mando se encargaba de transmitir a sus subalternos su propia experiencia militar, aparte de estar muy bien organizados, ya que se escogían las unidades de combate y los soldados para cada ocasión, combinando así las unidades muy versátilmente dependiendo del valor,  movimientos y número de las unidades del enemigo, con las características del terreno, las condiciones políticas y económicas, etc. Acompañados también de los servicios que acompañaban a las unidades en sus distintos niveles, empleos como el furriel , responsable de los alojamientos ,el  barrachel, el cual garantizaba el orden, encargándose también de perseguir a los desertores , los barberos y cirujanos, con su hospital de campaña y hospital general del ejército, siendo también en eso los Tercios unos avanzados en su tiempo, capellanes castrenses...etc. Y con todo ello , además les seguían una legión de personas con sus bagajes y pertenencias, como los criados, prostitutas, familiares...etc.. Todos ellos guiados por la mano de un capitán,  que guiaba a sus hombres, a los que había dado una guía y una formación , acorde con su personalidad.

La formación más típica que adoptaban estas tropas eran el llamado "escuadrón de picas" , el resto adoptaban la formación de flancos evitando las maniobras envolventes del enemigo, aunque también formaban pequeños cuadros en los lados. El portavoz de esta órdenes era el llamado sargento mayor el cual las pasaba a los sargentos de compañía y éstos a los capitanes para desplazar a sus soldados. Siendo el cuerpo de élite los arcabuceros los cuales estaban exentos de hacer las guardias nocturnas y tenían un ducado de paga más al mes.

Estas unidades tenían cuatro formaciones: la cuadrada ( mismo frente que fondo), el prologando (tres cuadrados unidos) con la variación de la media luna (en que las alas prolongaban la curvatura, protegiendo el centro), en cuña o triangular , que adquiría forma de tenaza o que tomaba la forma de sierra , uniéndose a otros por la base y el del rombo. Cuando los Tercios emprendían un sitio se realizaban obras de atrincheramiento para rodear la ciudad, aproximando los cañones y minas a las murallas, manteniéndose un escuadrón en la reserva para prevenir la salida de los sitiados y éste también les protegía en caso de retirada. La doctrina de la época establecía oponer las picas a la caballería, los arcabuceros a los piqueros y lanzar la caballería contra los arcabuceros, aprovechando que estos después de realizar el primer disparo, eran muy vulnerables mientras recargaban el arma.   Durante los primeros envites del combate para cubrir las primeras pérdidas de los piqueros, los compañeros adelantaban un paso para componer la posición cuando esta quedaba vacía, dando la impresión de un cuadro compacto.

Sus principales capitanes fueron: El Gran Capitán, El Duque de Alba, Alejandro Farnesio, Juan de Austria, Ambrosio Spinola y Fernando de Austria.

 La falta de pagas

La reina Isabel I de Inglaterra se había separado de la Iglesia de Roma y ella veía con simpatía la reforma protestante en los Países Bajos, pero por el tema de Calais, aún estaba enemistada con Francia y no se atrevía a romper con España, en aquella época considerada invencible en Europa. Los navegantes ingleses estaban en desacuerdo con la bula de Alejandro VI, que repartía el nuevo mundo entre España y Portugal y atacaba sin tregua a un Impero demasiado extenso para estar bien defendido. Hubo un episodio en esta guerra económica en que una flota española procedente de las Indias y cargada con 450.000 ducados para satisfacer las pagas de los soldados de Flandes, debido al mal tiempo en el Mar del Norte, tuvieron que refugiarse en el puerto inglés de Plymouth , cuyo país era aliado de España, y la reina de Inglaterra se apoderó del oro español y no hubo forma humana de que retornara el mismo. El 1575 fue un año crítico para la Hacienda real, el 14 de septiembre se publicó un decreto real en el que se suspendían los pagos de todos los créditos garantizados por los ingresos de la corona, los banqueros se negaban a prestar más dinero a las arcas reales y en el 1576, año de la muerte de D. Luis de Requesens, gobernador general y del saqueo de Amberes se debían a los Tercios unos seis millones de escudos. Corrió como la pólvora la noticia que el poco dinero disponible se emplearía en licenciar a los alemanes del conde Aníbal de Altemps y la reacción de los españoles de las islas neerdanlesas fue inmediata,  los cuales entraron por Brabante y se apoderaron de Alost, como prenda de sus pagas no recibidas. Lo cual provocó en Bruselas unas manifestaciones antiespañolas por la proximidad de los insurrectos, pero luego pusieron sus ojos en la riquísima Amberes , emporio del comercio del Mar del Norte y centro de la economía y comercio europeos. Así la guarnición de Amberes y los soldados de Alost, se hicieron con la ciudad después de una breve lucha y después de muchos meses de privaciones iniciaron el 4 de noviembre de 1576 un terrible saqueo, quemando edificios magníficos, acuchillando unos 7.000 vecinos, este saqueo se prolongó durante más de tres días y las calles estaban sembradas de cadáveres, con los dedos y orejas cortados para llevarse las joyas.

Esta pagina negra de la Historia Española, solo fue comparable al "Sacco di Roma", por las tropas del condestable de Borbón. Esa misma fecha del saqueo llegaba a Luxemburgo el nuevo gobernador general D. Juan de Austria.  

Esta fue una constante en la historia de los Tercios, ya que las debilitadas arcas del estado muchas veces no podían satisfacer todas las necesidades de las tropas. Esto fue  muy perjudicial par los intereses hispanos, ya que en muchas ocasiones se perdía lo que tanto había costado conseguir. Ya que a menudo se les adeudaba los haberes de varios años, lo que conllevaba que estas se amotinaran paralizando las operaciones de la ofensiva. Si estas tardaban un plazo de unos 30 meses en llegar, cosa que ocurrió en algunos momentos, los motines estuvieron al orden del día.

En estos motines no se cuestionaba la lealtad al rey, ni paralizar la guerra, ni sabotear el orden establecido, pero llegado este momento los soldados ya no obedecían a ninguna autoridad oficial, y se dejaban guiar por el "electo", una especie de delegado sindical, el cual asesorado por un consejo, llevaba a cabo las negociaciones con las autoridades para que se tuvieran en cuenta sus derechos económicos y sus condiciones de vida.

Cuando todo esto fallaba entonces eran los motines el último recurso con que contaban los Tercios para lograr ser escuchados, dando rienda suelta a la llamada "furia española" y que desemboco en los tristes sucesos de Haarlem(1573), Alost(1576) y el más celebre de todos, el ya citado de Amberes(1576) en los que durante días se robaba, saqueaba, violaba y asesinaba, siendo el peor periodo, el comprendido entre los años 1572 y 1607, con 45 motines.

El Camino español

Uno de los principales problemas con que se encontraba España en la guerra de Flandes era el desplazar las tropas hacía aquellas tierras, de una manera más o menos constante y segura, en la década de 1540, debido a la guerra con Francia, España dominaba el océano y tenia la protección de los puertos ingleses e incluso podía repostar en Calais  , estas se hacían desde las costas cantábricas, pero a partir de 1558, en que Francia recuperó Calais, que estaba en manos inglesas, las comunicaciones por mar se habían vuelto sumamente difíciles. En 1568 en el puerto francés de La Rochelle, los hugonotes habían formado una flota de unos 70 barcos con la intención de ayudar a los calvinistas de Flandes, a los que se unieron los " Wasserguessen" o Gueux del Mer llamados "mendigos del mar" , holandeses que fueron expulsados de su país por tomar parte de las revueltas en su país de 1566-67, los cuales organizó para su provecho el Príncipe de Orange y todos juntos se unieron en la tarea de piratear los barcos españoles. Fue el Cardenal Granvela el que tuvo la idea , que en un principio era para asegurar el viaje de Felipe II a Flandes, este le comentó al rey que la manera mas segura y cómoda para ese viaje, era partiendo de España vía Génova, pasando por la Lombardía y a partir de ahí continuaba por Saboya, el Franco Condado y Lorena.

Por éste motivo se estudio la manera que las tropas españolas utilizaran también un corredor militar, que abarcara ese  paso por los dominios españoles en el Norte de Italia y los Países Bajos( Estos territorios que pertenecían  la Corona española, eran la Lombardía, el Franco Condado y el Luxemburgo español, y otros de los cuales la Corona era aliado de sus respectivos mandatarios, como Génova, Saboya, Lorena y el obispado de Lieja ), para así asegurar el flujo constante de transportes, tropas y dinero, dicho corredor paso a llamarse "el camino español" . Este camino no estaba inventado, ni monopolizado por los españoles, sino que era un flujo constante de mercaderes y viajeros. Pero en el 1567 ,el Duque de Alba con su proverbial minuciosidad y ayudado por Francisco de Ibarra enviaron un ingeniero especializado con 300 zapadores para adecuar y ensanchar los caminos, desde el valle de Novalesa por Ferreira hasta el desfiladero del Monte Cenís, o sea  del itinerario que habían de seguir sus tropas, por lo cual se considera al Duque de Alba el artífice de este camino que desde 1567 al 1622 , permitió a nuestras tropas una libre y segura comunicación con Flandes. También fue el Duque de Alba el primero en cruzar el "camino español" en el 1567 , con unos 10.000 hombres, tardando 56 días, siendo la mejor marca de velocidad la conseguida por los tercios de Lope de Figueroa, que hizo el camino, con 5.000 hombres en el tiempo record de 32 días, con la dificultad de hacerlo en invierno.

Este camino funcionaba por un sistema de etapas, donde se habían establecido con antelación los lugares donde las tropas habrían de pernoctar tras sus jornadas de viaje, y en esos lugares se llevaban víveres y provisiones, a través de contratas con particulares, también llamadas "asientos". Se había creado la figura del "comisario especial", encargado de gestionar con cada gobierno el itinerario de las tropas y sus necesidades, siendo el tiempo medio en recorrer este camino, de un mes y medio, siempre y cuando no hubiera ningún fallo.

Pero fue en el año 1622 cuando Francia encontró la manera de poner fin a esta ruta, llegando a un pacto de intereses con la casa de los Saboya , el cual firmó una alianza con éstos para evitar el paso de los españoles por su territorio. Esto obligo a nuestros  gobernantes a buscar otro paso similar para nuestras tropas, tomando como punto de partida, como en el anterior, Milán y discurriendo por los valles, Engadina, en los Grisones y Valtelina hasta Landeck (Tirol) , se internaba en Alemania, cruzando el Rhin por Breisach hasta llegar a los Países Bajos por Lorena. Este segundo camino se acabó con la invasión de Valtelina y Lorena  por Francia. Siendo la última victoria de los Tercios la batalla de Valenciennes(1656) contra Francia.

guerreiro galego

#2
Los "encamisados".

Estas acciones, más propias de la guerra moderna de comandos, eran las que ideadas por el Duque de Alba, se perpetraban en misiones nocturnas , siempre sorpresivas, contra las posiciones enemigas. Estas tropas irrumpían en los campamentos, sembrando el terror y causando el mayor daño posible, para después escudados en la noche retirarse. Llevaban una camisa blanca , encima de las corazas,  para distinguirse en las noches cerradas de la húmeda Flandes y de aquí les viene dicho sobrenombre.

El enmascarado.

Era proverbial el sentido  de la camaradería entre los compañeros de armas de los Tercios, siendo la anécdota del "Enmascarado" una de las más famosas que sobre la camaradería se escribieron " Cuéntase que la viuda de Lamoral, conde de Egmont el día anterior a la detención de su esposo, recibió la visita de un personaje enmascarado, cuyo nombre no quiso revelar, para avisarle de su detención y proporcionarle así la fuga. El conde no quiso dar crédito a sus palabras, ya que no había faltado al rey y por ende no había que temer por su vida. A pesar de que este caballero no se quiso identificar, todos lo reconocieron como Julián Romero, uno de los más destacados maestres de los Tercios y antiguo compañero de armas de Egmont ,en las batallas de S. Quintín y Gravelinas. Este personaje, que fue inmortalizado por el Greco en una de sus obras y por Lope de Vega en sus escritos, fue el jefe de la guardia que le acompañó al patíbulo, sin poder contener las lagrimas. Esta muerte a todas luces injustificada, ya que a pesar de ser ahijado de Carlos V, Egmont fue detenido, procesado y decapitado, junto al conde de Horn, en 1567, estos dos personajes fueron muy ingenuos y no se percataron de las intrigas políticas en las que estuvieron envueltos, y fueron muy críticos con el cardenal Granvela y con el Rey, pero nunca incurrieron en la herejía y menos en la traición, y pesar de que les pusieron en aviso del peligro que corrían con la llegada del Duque de Alba, ellos estaban convencidos de su inocencia , y prefirieron quedarse antes que huir.  

Otra de las muchas leyendas que se escribieron sobre su muerte, contaba que la gente, apenada por su muerte fue hasta el patíbulo y mojaron sus pañuelos en las sangre de los condes, considerados mártires, para guardarlas como si de una reliquia se tratara. Estas muertes inspiraron el himno nacional holandés "el Wihelmus" , pero luego se  cambió la letra por otra inspirada en  Guillermo de Orange.

Episodios célebres fueron  la defensa de Gemmingen(1568), la batalla de Mock(1574), y las tomas de Maastrich(1579), Amberes (1585), Ostende(1604), Breda(1625) y la batalla de Rocroi(1643).

Teniendo en cuenta que los Tercios contaron en Flandes con unos efectivos de 57.500 infantes, 4.780 soldados de caballería, 3.600 artilleros, 4.121 gastadores, 3.000 efectivos de transporte y 9.000 soldados de los Tercios del Mar, entre todos sumaban 82.001 efectivos que se enfrentaron con Holanda y Flandes en pié de guerra, y con los ejércitos franceses e ingleses que estos enviaron a la zona en conflicto, durante los ochenta años que duró la contienda, no creo que nadie ponga en tela de juicio el gran papel de estos soldados.

Sitios célebres de los Tercios de Flandes
 
El sistema empleado por los Tercios en el sitio de las plazas fuertes. Era el clásico imperante en la época, o sea éste constaba de 4 operaciones fundamentales ; 1º Cerrar las comunicaciones con el exterior, ( o sea aislar la plaza sitiada para que no pudiera recibir socorro del exterior), 2º Aniquilar los recursos defensivos de la plaza, 3º Aproximación a la misma( construyendo obras especificas, llamadas aproches) y 4º Penetración( después de conseguir abrir un boquete o brecha en la muralla defensiva, abierto en base a la acción artillera, minas, etc. . .  conseguir entrar en la plaza para rendirla).

Ostende 1601-1604

Esta ciudad flamenca, situada al oeste de Brujas, contaba con un dique de piedra de 10 metros de alto y un puerto con gran cantidad de exclusas para evitar que las aguas lo cegaran, aislado de tierra firme por un terreno pantanoso, al este tenía el canal Geule, ancho, profundo y navegable, puerta de entrada de los barcos en la villa , el oeste el canal Old Haven, poco navegable ,pero difícil de vadear, estos canales estaban regulados por las esclusas de la ciudad y por el norte una gran vía abierta al mar del Norte, por donde podían recibir suministros durante la pleamar. Las características del terreno, rodeada de foso y canales   . Esta ciudad resistió los ataques de los Tercios españoles durante tres años, desde agosto de 1601 hasta septiembre de 1604.

En esas fechas gobernaba los Países Bajos, el archiduque Alberto y estaba en guerra con Mauricio de Nassau, príncipe de Orange y a mediados de 1601 empezaron a llegar las primeras tropas de los Tercios de Italia, mandados por Juan de Bracamonte, el conde de Trivulcio, el marqués de Bella, y Juan Tomás Espina. Estas tropas estaban financiadas por el archiduque Alberto, con generosas aportaciones de dinero, además también contaban con una aportación de unos 300.000 florines mensuales que aportaban las demás plazas holandesas leales al Rey de España, molestas  por las continuas incursiones que los "mendigos del mar" hacían contra Ostende y decidieron empezar el sitio de Ostende y el Papa Clemente VIII, también colaboró con la causa católica, con dinero y asesores militares. En julio de 1601, las tropas mandadas por el archiduque Alberto de Austria, con un total de entre 12.000 y 20.000 soldados de los Tercios españoles (reclutados en todas las posesiones de los Habsburgo, españoles, portugueses, alemanes, valones, suizos, italianos, borgoñeses, irlandeses y flamencos leales a España. Esta ciudad estaba bajo el mando del general inglés Francis Vere, uno de los más célebres de la época, héroe de la batalla de Nieupoort, uniendo a sus conocimientos, su valor y una extraordinaria sangre fría, contaba con 7.000 u 8.000 hombres, contando unos 2.000 ingleses.

Tenía unas buenas fortificaciones, no en vano fueron construidas bajo el mandato del Duque de Alba, sus defensas fueron completadas por las Provincias Unidas (Holanda), tenía pues fama de inexpugnable, estaba bien aprovisionada de víveres y municiones, por la parte norte, ya que los Tercios no podían cerrar esta zona por la superioridad numérica de los barcos holandeses, y estaba apoyada por tropas inglesas, con una gran diferencia con otras plazas holandesas, que habían cambiado de manos durante la guerra, Ostende nunca había caído en manos españolas , siendo como era la única plaza fuerte holandesa en Flandes. Alejandro Farnesio, duque de Parma, en el 1587 ya había desechado su conquista por considerarla una empresa suicida. Aparte de las ya mencionadas tropas inglesas y también de escoceses, los sitiados recibieron ayuda de los príncipes alemanes y de Francia, interesada en impedir que Flandes no fuera española.

En los primeros meses los sitiadores consiguieron algunos éxitos y Vere empezó a ver la necesidad de rendirse, de julio a diciembre de este año (1601), la artillería española había disparado 163.000 proyectiles contra la ciudad; considerando éste el intercambio de prisioneros por ambos bandos, mientras continuaban las negociaciones, pero estas se truncaron a recibir la llegada de tres naves de socorro con 600 zelandeses, Vere rompió las negociaciones, a lo que respondió al archiduque Alberto endureciendo el sitio y ordenando un ataque total y los sitiadores se apuntaron unos primeros éxitos, que costaron a los Tercios la pérdida de 1.200 a 2.000 hombres ante las murallas, fueron cercenados por Vere, abriendo las esclusas y ahogando otros 2.000 hombres. Al ordenar Alberto de Austria un nuevo asalto los soldados se le amotinaron, ya que culpaban a sus mandos de enviarles a una muerte segura y Alberto tuvo de cortar de raíz el motín, fusilando a unos 40 de los más alborotadores. A partir de marzo de 1602 en que Francis Vere fue sustituido tomaron el mando de la plaza fuerte hasta un total de seis gobernadores durante los tres años de sitio.

La corte de Felipe III recibió a los hermanos Spinola, Federico y Ambrosio, los cuales se pusieron al servicio del rey, habiendo convencido a este que para conquistar Ostende era preciso destruir las fuerzas navales holandesas, y el rey puso al servicio de Federico seis galeras, con las cuales perpetró graves daños a los holandeses, siendo después reforzadas por otras ocho galeras, cinco de las cuales se perderían en los enfrentamientos con los holandeses, continuando hostigando a los "mendigos del mar" hasta que murió en un combate al recibir un balazo.

Mientras tanto Ambrosio Spinola, con el apoyo del conde de Fuentes, gobernador de Milán, y empeñando su propio patrimonio y con el crédito de los banqueros genoveses, consiguió armar un ejército de 8.000 hombres y con ellos fue a reforzar las tropas del archiduque Alberto, este había sufrido un nuevo amotinamiento, debido a la falta de pagas, de unos 3.000 soldados italianos, los cuales se pasaron al enemigo. En octubre de 1603 Spinola sustituyo  al archiduque Alberto en el mando de los sitiadores, tan pronto tomó el mando Spinola se dedicó a multiplicar las trincheras, aumentando la construcción de fuertes, colocándose casi encima de Ostende y al acudir Mauricio de Nassau en la ayuda de los sitiados, y ver las trincheras de los sitiadores no se atrevió a atacarlos, por temor a los canales, diques y pantanos en medio de los cuales se habían construido las fortificaciones. Durante el largo sitio de esta ciudad,(más de tres años) se tuvo de modificar la técnica existente para el sitio de ciudades, consistente en cavar trincheras hasta las murallas y la introducción de minas subterráneas, pero esta ciudad holandesa tenía la particularidad de estar rodeada de canales y fosos.

Entre todos los ingenieros militares de los tercios, destacó uno, Pompeo Targone, italiano, que puso en práctica en este célebre sitio algunas de sus invenciones : las vulgarmente llamadas "salchichones" , las cuales eran unas estructuras de mimbre, rellenas de piedras que se utilizaron para vadear el canal  Old Haven,  pero otro de los canales, el Geule más profundo y caudaloso no permitían la técnica de los salchichones, entonces las tropas del conde de Bocquoi , construyeron un dique encarado al puerto, en el que se montaron cañones, los cuales hicieron imposible la llegada de refuerzos marinos. Otras de sus invenciones no tuvieron tanta fortuna, como el mismo puente Targone, un puente levadizo móvil, el propio Spinola hizo notar que un solo disparo de cañón que impactase en una de sus ruedas lo inutilizaría y también el de la artillería montada en barcas, que se hundieron en su primera travesía sin poder hacer ningún disparo de cañón.

Y el 20 de septiembre de 1603, Daniel D´Hertaing rindió la plaza a Spinola, los 3.000 sitiados fueron respetados, se estima que durante el sitio perdieron la vida unos 100.000 hombres; 45.000 de los sitiados y 55.000 de los sitiadores ( 70.000 hombres los sitiados y 40.000 hombres los sitiadores, según otras fuentes).Pero los objetivos estratégicos de la conquista de Ostende se  vieron frustrados por la conquista por parte de los zeelandeses  del puerto de L´Esclusa. Ambrosio Spinola fue nombrado Maestre de campo general, mando supremo del ejército de Flandes.    


El día decisivo en la batalla de Pavía(24 de febrero de 1525).

La batalla  en el parque militar.

"El primer objetivo del ataque fue Castello Mirabello, tomado por 3.000 arcabuceros liderados por Avolos D´Aquino, marqués del Vasto. Sin embargo, las tropas imperiales recibieron numerosos disparos de los cañones franceses, que de hecho estaban esperando el ataque. Entre las filas de algunas unidades imperiales se abrieron huecos cuando intentaron formar. Los landsknechts  imperiales, comandados por el famoso capitán Georg Von Frünsberg, señor de Midelheim, (que a pesar de ser luterano, cuya fidelidad al Emperador Carlos V, estaba fuera de toda duda), tuvieron más suerte y avanzaron hacía el interior del parque, donde no tardaron en encontrarse con un gran cuerpo de lanceros suizos. La defensa francesa parecía descoordinada , con cuerpos de tropas que llegaban poco a poco a la batalla. Sin embargo, los suizos eran muy conocidos por su valentía y disciplina y, contuvieron a los landsknechts durante más de una hora antes de retirarse del campo de batalla con cierto desorden.

Las tropas imperiales siguieron entrando al recinto a través de las brechas, guiados por el duque de Borbón y cubiertos por una fuerza de aproximadamente 1.600 soldados españoles de caballería, al mando de Lannoy. Para su sorpresa, éste se topó con mas de 3.000 hombres de armas francesas en formación. Francisco iba en cabeza de su caballería pesada y estaba decidido a expulsar a los imperiales. Los jinetes españoles empujaron para enfrentarse a la amenaza, pero la implacable carga francesa se impuso y aisló a los supervivientes. Un reguero de jinetes enemigos huyó del campo, llevándose a Lannoy con ellos. El rey francés exclamó triunfante: "Ha llegado el momento que me llaméis duque de Milán".  Sin embargo, poco a poco fue quedando claro que iba directo al desastre, no a la victoria .

Los franceses habían conseguido anular a la artillería española, pero a costa de perder su retaguardia. Según avanzaba su caballería , los artilleros franceses (superiores a los españoles), dejaban de abrir fuego.

El marqués de Pescara, aprovechó este respiro para reorganizar su infantería. Así los Tercios comenzaron abriendo brecha en las posiciones francesas. Detrás los piqueros franqueados por la caballería, los tercios formaron compactamente, sus largas picas protegiendo sus arcabuceros y aprovechando la longitud de las picas españolas, derribaban a los caballeros franceses antes de tomar contacto con la infantería Los 3.000 arcabuceros de Alfonso D´Ávalos dieron buena cuenta de los caballeros franceses, mientras el desconcierto cundía entre ellos, Lannoy con su caballería y el marqués de Pescara, con la infantería, enfrentándose a la infantería francesa, mandada por Ricardo de la Pole y Francisco de Lorena .Sin apoyo y aislados, el rey y sus hombres de armas pronto se vieron rodeados de una muralla infranqueable de picas. Incapaces de maniobrar, se convirtieron en el objetivo fácil para los miles de arcabuceros ocultos en el bosquecillo y en las zanjas del parque militar. A medida que iban cayendo, los alabarderos y espaderos se acercaban para rematarlos. Algunos soldados de infantería franceses corrieron para ayudar a su rey, pero lo único que encontraron fue su muerte. Los landssknechts alemanes al servicio francés(los famosos banda negra) se enfrentaron con sus equivalentes imperiales. Fue un encuentro especialmente amargo, y los hombres de Frunsberg no dieron cuartel en la destrucción de sus compatriotas.

En ese momento , Leyva sacó a sus hombres de Pavía para apoyar a los refuerzos y así cogió a los franceses entre dos fuegos. La batalla de Pavía, desarrollada en medio de una niebla espesa, en  un terreno accidentado y boscoso, supuso una desconcertante serie de escaramuzas aisladas y encuentros repentinos entre tropas enemigas. El propio rey francés fue atrapado en uno de esos encuentros desesperados. Cayo de su caballo, y al intentar levantarse, se encontró con el estoque del vasco Juan de Urbieta, en su cuello, Diego Dávila, granadino y Alonso Pita da Veiga, gallego, se juntaron con su compañero de armas, los cuales impresionados por sus lujosas vestiduras al informar a sus superiores, supieron que era el mismo rey de Francia, al que habían hecho prisionero (2).

Caer cautivo suponía un castigo terrible para un rey , pero Francisco tuvo más suerte que la mayoría de sus amigos y consejeros. Entre ellos se encontraban Bonnivet( que se sintió culpable ,por haber aconsejado al rey presentar batalla, se lanzó contra el muro de picas y murió ensartado), Luis II Tremouille, el bastardo de Saboya, gran maestre de Francia, el señor de La Palice, mariscal de Francia, Francisco de Lorraine, Galeazzo Sanverino, señor de las caballerías reales, Bussy d´Amboise; el conde de Tonerre, Ricard de la Pole (duque de Suffolk)  el pretendiente al trono inglés , exilado, de la casa de York, luchó y murió entre los hombres de la "banda negra".

La salida de la guarnición de Pavía resultó tan eficaz como el avance imperial a través del parque militar. Las tropas suizas se habían desplazado de su posición, en torno a la región de las Cinco Abadías y en los terraplenes de la Torre del Gallo. El último cuerpo de tropas francesas que se formó en el campo de batalla fue el de 5.000 hombres al mando de Carlos de Valois , duque de Alençon , con base fuera del parque militar, al oeste de Pavía. Alertado del desastre por los que huían, Alençon aceptó que la batalla estaba perdida y se retiró a Milán. A media mañana el enfrentamiento había acabado.

El sitio de Breda (1625)

El conflicto permanente en Flandes, siguió en el reinado de Felipe III, este con una tozudez digna de su padre, no daba su brazo a torcer, pero la falta de dinero para sostener dicha contienda y la imposibilidad de obtener una clara victoria que pusiera fin a las hostilidades, dieron paso a una tregua que los holandeses celebraron también, ya que a parte de reconocerles su soberanía, la guerra también les perjudicaba en su comercio marítimo con las Indias Orientales, dicha tregua fue de doce años de duración y a España le quedaba el sabor agrio de cincuenta años de conflicto por aquellas tierras.

Dicha tregua finalizo en el primer año del reinado de Felipe IV, su prorroga estaba siendo muy cuestionada por los sectores seriamente perjudicados en el comercio marítimo ya que Holanda estaba dañando gravemente los intereses de España y Portugal en sus Indias respectivas e hizo que la corriente de opinión de estos sectores fueran atizando el fantasma de la guerra. El Conde Duque de Olivares no pudo o no supo sustraerse a estas corrientes de opinión y aconsejó al rey no renovar la prorroga, con los argumentos ya conocidos de su no conversión católica y la negativa holandesa a reintegrarse a nuestra soberanía. Estos contaron con el apoyo de Dinamarca, Inglaterra y la Francia del Cardenal Richelieu, ansiosos de arrebatar a España los restos de su Imperio colonial. Con ello España se implicaba en la contienda de los Treinta Años, un conflicto de mayor envergadura, a escala europea, que supondría su ruina definitiva.

Un año después, Ambrosio Spinola, el general al mando de las tropas españolas en Flandes, que ya había dado muestras de su ingenio militar y estratégico en la conquista de Ostende(1604), emprendió la ofensiva. Durante los cinco primeros meses de la contienda la balanza se inclinaba a favor de las tropas españolas, pero pronto a falta de dinero y de hombres, empezó a igualar la balanza. Isabel Clara Eugenia, tía de Felipe IV y a la sazón gobernadora de la zona leal de Flandes, consideró necesario una acción espectacular que hiciera volver el prestigio a los españoles.

Y el Marqués de Spinola puso sus ojos en la plaza militar de Breda, cuenta una leyenda que fue el rey Felipe IV quien le había ordenado en un mensaje lacónico con estas palabras : " Marqués de Spinola, tomad Breda", según parece no se ajustaba a la realidad , ya se trató de una acción personal del Marqués con el respaldo de la gobernadora, la noticia llegó a Madrid cuando Spinola ya había empezado el sitio. Esta ciudad de distrito en la provincia de Brabante, a orillas del río Mark, afluente del Mosa y una de las mejores plazas fuertes de los Países Bajos. Desde el siglo X pertenecía a la casa de los Nassau, lideres de la causa independentista y años atrás ya había estado en manos españolas, pero los holandeses la recuperaron, consiguiendo un rico botín, saqueando las imágenes de las iglesias católicas y blanqueandolas de nuevo para reconvertirlas a la causa calvinista. Estaba formada por muchas calles y plazas y atravesada por cuatro canales, fueron  reforzadas sus ya buenas defensas y ampliadas la anchura y profundidad de sus fosos. Esta dificultad no escapaba a los generales de Spinola, el conde Enrique de Bergh, Luis de Velasco y Gonzalo Fernández de Córdoba, que dudaban de la viabilidad del proyecto y sugirieron atacar Grave o Emmerich cosa que Spinola rechazó. En julio de 1624 , con un ejército de 18.000 hombres, (españoles, valones y italianos) puso sitio a Breda, y durante 17 días inició las obras de circunvalación, verdaderos laberintos de trincheras, fuertes y parapetos, destinados tanto a impedir la ayuda exterior, como las salidas del interior.

En la plaza sitiada, Justino de Nassau, con 28 compañías de guarnición(unos 7.000 hombres) estaba confiado en la solidez de sus defensas y convencido en que su hermano Mauricio, iría presto a socorrerlos, pero este en lugar de ir en su ayuda, fue contra Amberes, la cual creía muy debilitada en sus defensas.  La llegada del invierno no sorprendió a Spinola el cual había previsto convoyes que a pesar de dar largos rodeos, fueron abasteciendo sus tropas de forma segura y a la vuelta lo hacían cargados de enfermos y heridos que no podían soportar los rigores del sitio. Mientras la artillería continuaba su acción demoledora contra las defensas, además de la acción de zapa de las minas, a los que se unió la falta de alimentos de los sitiados ,además de la no llegada de los refuerzos previstos.

A todo esto , en abril de 1625, Mauricio de Nassau, envió unos 7.000 hombres, bajo el mando de Ernst von Mansfeld, los cuales fracasaron en el intento de socorrer la plaza y Mauricio, enfermo falleció días después. Estas noticias fueron una jarro de agua fría en las aspiraciones de los sitiados, pero aún una noche , el capitán Thomas Veer, con una fuerza de quinientos hombres escogidos protagonizó una salida que sorprendiendo a los centinelas de los sitiadores, el éxito les sonrió en un principio, pero la pronta llegada de refuerzos, les hizo retroceder y convertir en derrota la victoria inicial. Tal cúmulo de reveses hizo a Justino empezar las  conversaciones de capitulación, con el conde de Bergh, pariente suyo, teniendo Spinola la necesidad de conquistar Breda sus condiciones a los sitiados fueron generosas.

El 5 de junio de 1625, los hombres de Breda salían de su ciudad, con sus armas al hombro, sus banderas desplegadas y con todos sus bagajes, se pusieron en libertad los prisioneros de ambos bandos y Justino de Nassau, con unos 300 hombres salió por la puerta de Bois-le –Duc en dirección  a la tienda del Marqués de Spinola, el cual con sus mejores galas y séquito le estaba esperando, para recibir las llaves de la ciudad, dando forma al célebre cuadro de Velazquez "la rendición de Breda" o "las Lanzas", después los vencidos, escoltados por el conde de Bergh, partieron hacía sus territorios.

Siendo el golpe más duro para los Tercios la batalla de Rocroi, en la guerra de los Treinta Años, aquí los hasta entonces invencibles Tercios españoles fueron derrotados por el ejército francés, contra todo pronostico, los tercios cuya naturaleza táctica era primordialmente defensiva sucumbió a la hábil combinación de caballería e infantería francesa, contando además con la superior cadencia de tiro de las armas francesas que entonces eran superiores a las hispanas. Las fuerzas francesas eran ligeramente superiores a las españolas, unos mil hombres, pero la artillería española contaba con 24 cañones , el doble de los franceses y a pesar de ello, las bajas fueron muy superiores a las francesas : 7.300 entre muertos y heridos contando también en ese total los 3.826 prisioneros por bando español, por 4.500 muertos/heridos en el bando galo. No siendo esta la derrota decisiva que los medios franceses propagaron a los cuatro vientos, ya que estos siguieron combatiendo en Flandes durante la segunda mitad del siglo XVII, sino que más bien fue la que el mariscal francés Turenna infligió a los Tercios en la batalla de las Dunas de Dunkerque,  (1658), gracias al apoyo de la flota inglesa, en la costa flamenca.

Tras esta derrota, España salió malparada de la citada guerra de los Treinta Años, combatiendo contra media Europa, (franceses, ingleses, holandeses, protestantes alemanes y suecos) y con una posición desfavorable, siendo su derrota debida al deterioro del Estado y su fracaso político. Estos van perdiendo poderío y oxidándose hasta que con la llegada de los Borbones, Felipe V en 1704 disolvió los Tercios, y los cuales reorganizaron las tropas terrestres e impusieron el modelo alemán y francés, con regimientos bajo el mando de coroneles.

Aún en la actualidad la Infantería de Marina Española se organiza en tercios. Siendo su unidad principal el Tercio de Armada, herederos directos de los Tercios de Galeras, también llamados de la Armada o fijos del Mar de Nápoles. Además de los del Sur, Levante y del Norte forman  la estructura actual de la Armada Española . Encontrándose también en la Legión los Tercios de nombres de capitanes ilustres de los mismos, como : El Duque de Alba , El Gran Capitán y Alejandro Farnesio, con la cruz de Borgoña o de San Andrés como insignia principal, en sus banderas y estandartes.

Bibliografía

De Pavía a Rocroi , por J. Albi Bakan, Madrid 1999.
El ejército de Flandes y el camino español, por G. Parker, Alianza 2000.
El Sol de Breda, por Arturo Pérez Reverte, Alguafara, Madrid 2004.
Tercios de Flandes, por David García Hernán, profesor titular de Historia Modera de la Universidad Carlos III de Madrid.  
History of Holland, por George Edmunson.
Historia General de España, por Modesto Lafuente.
The siege of Ostend or the new Troy 1601-1604 por Edward Bellaroche.
Historia de España, por el Marqués de Lozoya.
Los sitios de Ostende y de Breda y los Tercios, por Wickipedia.
Los tercios Españoles, la fiel infantería del imperio de los Austrias, Historia y Vida.
Rendición de Breda, una victoria en una guerra perdida, por Juan Carlos Losada, Historia y Vida.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Para crear el infierno en el mar o en la tierra, no eran menester más que un español y el filo de su espada.-

Saludos cordiales.-

timothy sniper

#3
Muy interesante, lo que nunca entendi es porque los tercios son de 4?? en lugar de 3 tercios son 4 tercios??

abrazo

smith & wesson

#4
Fenix y Guerreiro muy buen aporte de ambos de un pedazo de la historia.
Muchas gracias y saludos ; josé. :sm210:  :sm104: