Un gobierno sin reflejos, por Joaquín Morales Solá

Publicado por Duque_, Febrero 17, 2010, 08:35:15 AM

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Un gobierno sin reflejos
Por Joaquín Morales Solá


Miércoles 17 de febrero de 2010

El presidente de la Corte Suprema debió recordar su última y tensa conversación con Cristina Kirchner cuando ayer dijo, públicamente, que la Justicia también está para decirles que no a los otros poderes. La Presidenta ha reflotado en los últimos días la teoría de los dos partidos, el judicial y el mediático, a los que acusa de urdir su desestabilización entre varios golpistas más. Si se sigue bien la trama de la crisis que comenzó en enero (y que aún no concluyó), cabe preguntarse dónde están los reflejos políticos de un gobierno que no dejó error por cometer y que no se privó de sumar enemigos innecesarios.

Cristina Kirchner le reprochó al juez Ricardo Lorenzetti, en aquella muy fría reunión institucional, que la Justicia estaba preparando un golpe de Estado como el que derrocó en Honduras al ex presidente Manuel Zelaya. Seguramente se refería a las sentencias de primera y segunda instancia que le habían dado la razón a Martín Redrado en el caso de su destitución y en el reclamo de frenar la apresurada transferencia de reservas nacionales a las cuentas del Poder Ejecutivo. La comparación con Zelaya sólo exhibe la convicción kirchnerista de que el poder sólo sirve si es total y absoluto. ¿Qué parecido comprobable existe, por lo demás, entre la presidenta argentina y un mandatario que fue sacado en pijama de su país, en medio de la noche, por soldados del ejército?

Pero el "partido judicial" parece no incluir a los jueces del oficialismo que sí estarían por perpetrar un golpe contra las instituciones. En verdad, si dos jueces de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, Sergio Fernández y Luis Márquez, aceptan la apelación del Poder Ejecutivo por una medida cautelar, es probable que el Gobierno se haga de las valiosas reservas con el argumento de que los dos fallos anteriores ya no están firmes.

¿Quién obligará a los Kirchner a devolver luego esas reservas? ¿O las devolverían sólo con bonos pagaderos dentro de muchos años? Al fin y al cabo, si esa situación sucediera, la decisión final de la Corte Suprema o la votación en el Congreso por la validez del DNU se convertirían en virtuales cuestiones abstractas. Los Kirchner ya se habrían hecho definitivamente de una parte importante de las reservas nacionales.

El discurso de ayer del juez Lorenzetti, en la inauguración del año judicial (que será complicado, según todos los pronósticos), sirve para que lo escuchen el Gobierno, la oposición y también los jueces. El Gobierno no debería esperar que la Justicia le saque las papas del fuego que él mismo encendió; la oposición no debería recurrir a la Justicia para que resuelva los problemas que ella no puede resolver, y los jueces no deberían hacerle al Gobierno la tarea sucia y permitirle que esquive de un salto todas las instancias institucionales.

La Sala IV de la Cámara en lo Contencioso Administrativo tiene a Fernández y a Márquez como jueces cercanos al oficialismo. Fernández es hermano de otro Fernández, Javier, un auditor sindicado como el kirchnerista con más influencia entre los jueces. Javier Fernández es autor de muchos ascensos y caídas de jueces en los últimos años; la gloria o la desgracia de los magistrados es ejecutada por el poder de decisión definitiva que el Ejecutivo conservó en el Consejo de la Magistratura. Lo que esos jueces están tratando ahora es un recurso de apelación ante la Corte Suprema por una medida cautelar, que, según la estimación pública del juez Carlos Fayt, fueron rechazados en un 95% de los casos. Esto es: la Corte puede tratar apelaciones sobre decisiones firmes, pero no sobre medidas cautelares.

Todo esto deberá resolverse en la próxima semana, porque en la siguiente ya estará en plenas funciones el Congreso. En los primeros días de las sesiones ordinarias, que comenzarán el lunes 1º de marzo, la oposición prevé tratar el asunto del DNU sobre las reservas. Pero ¿de qué les serviría a los opositores contar voto por voto, como hacen ahora, si el fallo de dos jueces hubiera colocado ya las reservas en manos de los Kirchner?

Cristina Kirchner ha dicho que cuando era joven no creía en las informaciones que publicaban los diarios. El problema es que ahora, ya en la avanzada madurez de la vida y en la conducción política de la Nación, tampoco cree en lo que dicen los diarios. Es un modo extraño de gobernar la opinión pública (y así le va), pero lo que importa no son sus creencias, sino su capacidad para confrontar a diario con el periodismo. Sólo Hugo Chávez ha hecho de la prensa un enemigo constante y tenaz como Cristina.

La última diatriba se la dedicó a LA NACION y a Clarín , que compiten, dijo, por agraviarla. LA NACION publicó el domingo una información sobre un relato que hizo ella de una prisión compartida con su marido en 1976 y consignó que otras fuentes (en muchos casos con nombres y apellidos) habían desmentido su encarcelamiento. ¿Hubo un error? Ningún diario le hubiera negado la posibilidad de una civilizada aclaración sobre esa noticia. No necesitaba hacer de la cuestión una cruzada épica.

Los Kirchner han escrito y reescrito su historia varias veces. Sea como sea, lo cierto es que la Presidenta no fue Rosa de Luxemburgo en los crueles años 70. Ella mismo lo dijo cuando contó públicamente que en tiempos de la dictadura su actual marido le propuso que se fueran a Santa Cruz para hacer plata y para poder luego hacer política. Entonces prevaleció el pragmatismo, como ahora predomina el dogmatismo.

A Clarín lo vapuleó porque denunció que una monumental obra pública en Santa Cruz podría quedar en manos de empresarios amigos. Sobraron los gritos y faltó la puntual aclaración sobre cómo se está tramitando la concesión de la mayor obra pública (casi 4000 millones de dólares) de las últimas décadas. Esa es la cuestión y no la conspiraciones que, de tan reiteradas, son ya inverosímiles.

No existen el partido judicial ni el mediático. Y Cristina Kirchner no es una mártir ni su marido es un héroe. Nadie les pide que sean (o hayan sido) mártires y héroes. Sólo existe el zigzag interminable de una crisis a la que ellos no quieren ponerle fin.

TANFOGLIOCOMBAT

#1
che, este no es unos de los titeres de doña ernestina?

hocastama

#2
No se si es uno de los títeres de Ernestina...sólo digo que EN MI OPINIÓN Y AL MARGEN DE DÓNDE ESCRIBA O ESTÉ,  es uno de los mejores periodistas de la Argentina, muuuy profesional, objetivo y agudo en sus preguntas y escritos.

Recuerdo  especialmente su libro sobre Malvinas (¿"Malvinas, la trama secreta"?), que escribió con Eduardo Van der Kooy y otro periodista de Clarín en esa época. Una perfecta y documentada crónica de los hechos.

Creo, como él dice, que el gobierno debería responder sus custionamientos que representan bastante a los de la socieddad toda antes de enojarse, mentir o acusar. Lamentablemente este gobierno nos ha mentido y nos miente descaradamente a todos, hace exactamente lo contrario de lo que dijo que iba a hacer y es fiel seguidor del lema "MIENTE, MIENTE CONTINUAMENTE QUE ALGO QUEDARí..."  o algo así (Goebels, ministro de la propaganda de Hitler).

Me repugnan los dictadores y mentirosos.

Cordiales saludos
Hocastama

Claudia

#3
Excelente posteo y excelente editorial. Están nerrrrviososss...

Hace un ratito nomás leí por ahí, que la diputada conti (en minúsculas a propósito) está confeccionando un proyecto para quitarle poder al vice para cuando su mejor amiga se va de viaje a comprar vuittón.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1234396

CitarJueves 18 de febrero de 2010

Crisis institucional

El kirchnerismo intenta recortar las facultades que tiene Cobos
Impulsa un proyecto para impedir que tome decisiones cuando viaje la Presidenta

La ofensiva del oficialismo contra el vicepresidente Julio Cobos no parece tener fin. La diputada ultrakirchnerista Diana Conti (Buenos Aires) presentará un proyecto de ley que restringe al máximo el papel del vicepresidente, al exigirle que, en caso de asumir la presidencia por ausencia transitoria del jefe del Estado, se limite a seguir las instrucciones que éste le imparta y no disponga medidas ajenas a las políticas gubernamentales.

La iniciativa, a la que tuvo acceso La Nacion, será presentada el 1° del mes próximo y propone modificar la ley 20.972 de acefalía, al incorporarle dos artículos: en el primero de ellos, la diputada Conti propone que, en el caso de que el vicepresidente asuma el Poder Ejecutivo por vacancia transitoria del presidente, "quedará sujeto a las instrucciones" del primer mandatario.

El segundo artículo es aún más enfático al establecer que, en ausencia del presidente, "el vicepresidente no deberá adoptar ninguna medida o acción contraria a las políticas establecidas" por el jefe del gobierno.

Las restricciones que la diputada Conti propone en su iniciativa no son otra cosa que el reflejo del profundo malestar y desconfianza del oficialismo con Cobos, quien no descarta competir como candidato opositor a la presidencia en 2011. A tal punto el Gobierno recela de Cobos que, en pleno conflicto por las reservas del Banco Central, la presidenta Cristina Kirchner suspendió el mes pasado, de manera sorpresiva, un viaje que tenía programado a China, donde iba a ser recibida por las máximas autoridades de ese país.

Tomó la drástica decisión, y así lo anunció públicamente, para evitar que el vicepresidente adoptara en su ausencia medidas que perjudicaran la estrategia oficial. Por ejemplo, la convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso en momentos en que crecía la discusión por el polémico decreto que dispuso la asignación de reservas del Banco Central al pago de la deuda.