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Obama say NO

Publicado por Tirofino, Mayo 14, 2009, 10:52:17 AM

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Tirofino

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1127834

Primero la seguridad.

Obama dio marcha atrás y no difundirá las fotos de torturas.

WASHINGTON. Fue una verdadera sorpresa: el presidente Barack Obama dio marcha atrás respecto de su anunciada decisión de publicar fotos con imágenes de tortura a los acusados de terrorismo en cárceles de Estados Unidos.

En contra de todo lo previsto, Obama ordenó paralizar el operativo, preocupado por las consecuencias de esa difusión.

Se trata de cientos de imágenes reveladoras de malos tratos, supuestamente aplicados durante la gestión del presidente George Bush a prisioneros sospechados de terrorismo internacional, que fueron encarcelados, sin proceso, en las prisiones de Guantánamo, en Cuba, y de Abu Ghraib, en Irak.

Hace apenas tres semanas, Obama había apoyado esa difusión, aun en medio del vendaval de críticas republicanas, que previnieron sobre la posibilidad de que eso desatara "una caza de brujas" que pusiera en riesgo la seguridad nacional.

Ayer, el mandatario dio razón a esos argumentos al explicar que dio marcha atrás en su decisión para no poner en riesgo a las tropas estadounidenses en Irak y en Afganistán. Y, también, para no enriquecer el "caldo de cultivo" de Al-Qaeda.

Obama afirmó ayer que la publicación de esas imágenes, que según dijo "no son especialmente sensacionales", tendría "consecuencias directas" y alentaría la "opinión antiestadounidense" en los países donde se encuentran las tropas.

La publicación de esas imágenes había sido ordenada al Pentágono por una disposición judicial que favoreció la demanda promovida por la Unión de Defensa de las Libertades Civiles (ACLU). El plazo para su difusión caducaba dentro de dos semanas.

El pasado 23 de abril, Obama había aceptado esa decisión, y ordenó liberar archivos que comprometieron a funcionarios del ex presidente Bush, entre ellos la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice. Y, yendo aún más lejos, en conferencia de prensa había afirmado que lo actuado en esa materia fue "tortura", una actitud bajo todo punto de vista "reprobable".

Las palabras y la disposición presidencial desataron entonces un acalorado debate, en el que hubo quienes reprobaron a Obama por su decisión de revelar los documentos secretos. "Esto se convertirá en una caza de brujas", cuestionó el senador republicano y ex candidato presidencial John McCain.

Otros culparon al presidente por apuntar hacia quienes dieron la orden de tortura y amparar, en un mismo paso, a quienes la ejecutaron.

"El presidente quiere mirar hacia el futuro y no hacia el pasado", argumentó el vocero de Obama, Robert Gibbs. Pero, desatado el torrente, parecía difícil ponerle freno. "Los torturadores también deben ser investigados", clamaba ayer Roger Simons, un reconocido analista político.

La cuestión resultó complicada en el frente militar. "No conozco ningún comandante que no haya planteado sus preocupaciones", dijo ayer un responsable del Pentágono, bajo condición de anonimato.

Lo cierto es que, ante las derivaciones del caso, Obama dio marcha atrás y, según trascendió, ordenó a sus colaboradores que apelaran la decisión judicial sobre la difusión de las fotos. "Es un giro total sobre el respaldo que había dado antes", clamaban, indignados, voceros de entidades de derechos humanos.

"La semana pasada, el presidente se reunió con sus asesores legales y les dijo que no se siente cómodo con la divulgación de las fotos, porque cree que las implicaciones de seguridad nacional de semejante información no han sido presentadas al tribunal", dijeron fuentes de la Casa Blanca.

"[Obama] sería el último en justificar las acciones mostradas en esas fotos. Pero cree firmemente que su divulgación, en este momento, sólo servirá para inflamar la escena de guerra, poniendo en riesgo a las fuerzas estadounidenses y haciendo más difícil su trabajo", agregaron.

La ACLU consideró que esas fotos constituyen una "prueba visual" de que el abuso a los prisioneros por parte del personal estadounidense "no era una aberración" cometida en la cárcel de Abu Ghraib, en Irak, sino que se trataba de algo "más extendido" y "sistemático".

Hace dos meses, dos veteranos senadores, Lindsey Graham y Joe Lieberman, le expresaron en una carta a Obama su preocupación por la posible publicación de nuevas fotografías. En la misiva sostuvieron que "muchos terroristas capturados en Irak afirmaron a los interrogadores estadounidenses que uno de los motivos por los que se habían unido a la guerra santa contra Estados Unidos era que habían visto los abusos a los detenidos en Abu Ghraib".

Y añadieron que la publicación de más fotografías daría nuevas excusas a la red Al-Qaeda para su propaganda y campañas de reclutamiento y pondría en peligro al personal diplomático y militar en el exterior.