La Batalla de Ituzaingó

Publicado por FENIX, Marzo 05, 2011, 01:19:43 AM

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FENIX

Batalla de Ituzaingó

La batalla de Ituzaingó o batalla del Paso de Rosário se desarrolló en lo que actualmente es el centro-oeste del estado de Río Grande del Sur (en la época del combate el área estaba litigada entre Argentina y Brasil). Fue un enfrentamiento ocurrido el 20 de febrero de 1827 entre las tropas aliadas de los insurrectos orientales y el Ejército Argentino, por una parte, y las tropas del imperio del Brasil por otra, enfrentados por el control de la Banda Oriental en manos brasileñas desde 1820. Fue una victoria táctica de los aliados, y dio nacimiento a la Convención Preliminar de Paz que se firma en 1828, reconociendo como Estado libre, independiente y soberano al Uruguay, poniendo fin al ciclo militar de la primera época de la historia uruguaya.

La historiografía brasileña llama a este combate batalla de Passo do Rosário ya que ocurrió en las cercanías del vado del Rosario, a pocos kilómetros al este de la ciudad hoy brasileña de Rosário do Sul entonces en las Misiones Orientales.



Siete días después del triunfo de Juan Lavalle frente a las fuerzas del general Bento Manuel en la batalla de Bacacay, y cuatro después del triunfo del general Lucio Norberto Mansilla en la batalla del Ombú; que dispersó con 350 hombres a caballo y 1.800 efectivos de infantería a la caballería de Bento Manuel, elite de la tropa imperialâ€" Carlos de Alvear atrajo al grueso de las fuerzas imperiales, mandadas por el marqués de Barbacena, a un enfrentamiento en la vera del río Santa María (curso alto del río Ibicuí, antiguo límite entre Uruguay y Brasil).

Lavalle
Mansilla
Alvear

La acción fue una total sorpresa para las tropas brasileñas, que hasta el día anterior perseguían a las fuerzas conjuntas argentino-orientales. El Santa María separaba el territorio montañoso (donde las caballadas aliadas poco valor táctico tenían) de los terrenos más llanos con buenos pastizales al sur del río. El ejército aliado buscaba campos con forraje adecuado, mas la imposibilidad de vadear el río por estar crecido obligó a efectuar una contramarcha de veinte kilómetros en la noche previa a la batalla recorriendo un camino ascendente que permitía posicionar al ejército aliado en igualdad de condiciones con el oponente.

Como los brasileños estimaron erróneamente que los aliados habían cruzado el río en la tarde anterior su marcha fue descuidada y desprolija. Barbacena envió el grueso de su infantería en tres columnas a atacar el primer cuerpo del ejército aliado, comandado por Lavalleja, que estaba ubicado con la artillería en el centro del campo de batalla. Una vez próximos a éste, Alvear ordenó la carga de la caballería, hasta entonces oculta, sobre el flanco izquierdo de los brasileños. Posicionados sorpresivamente frente a un ejército bien formado y dispuesto para la batalla, los voluntarios que componían este flanco, al mando del mariscal José de Abreu Mena Barreto, se desbandaron. El flanco derecho imperial se replegó también, cruzando el río por el vado, y dejando sólo a la columna central, entre los que se contaban 2.000 mercenarios experimentados de origen austríaco y prusiano, para resistir las sucesivas cargas dirigidas por el teniente coronel Federico Brandsen â€"ascendido póstumamente a coronel, tras caer en batallaâ€", el general Juan Lavalle y el general José María Paz, que fueron decisivas. Luego de intentar pasar la línea defensiva argentina durante 6 horas sin éxito, y siendo bombardeado por la artillería, el ejército imperial se retiró para no ser atacado por la infantería que todavía no había intervenido y para no ser rodeado.

Lavalleja
Brandsen
Paz

En total, 7.700 efectivos republicanos (1.800 de infantería, 5.400 jinetes y 500 artilleros) detuvieron el ataque de la fuerza imperial compuesta por 10.000 hombres. Sin embargo, debido al mal estado de los caballos, no se pudo perseguir por mucho tiempo a los derrotados. El Imperio sufrió 200 muertos, entre ellos el mariscal Abreu, 150 prisioneros y 800 extraviados. Las Provincias Unidas sufrieron 139 bajas de caballería y 9 de los Cazadores de Infantería. Entre los pertrechos abandonados por el Ejército Imperial se encontraba un cofre conteniendo una partitura entregada por el Emperador al Marqués de Barbacena para ser interpretada tras la primera victoria del Imperio del Brasil; el ejército aliado se apoderó de ella y bautizada como Marcha de Ituzaingó se interpreta en conmemoración del hecho de armas cuando la bandera de Argentina se traslada en actos oficiales. Es uno de los tres atributos que ostenta el Presidente de la República Argentina: bastón de mando, banda presidencial y marcha de Ituzaingó.

http://universalmedios.com.ar/sitios/?p=11068

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Desde la orilla hermana

OTRO OLVIDO: UN TRIUNFO DE LAS ARMAS ARGENTINAS Y ORIENTALES    
   
Entre las celebraciones de los sucesos del año XI, a las que ya hemos calificado como erróneas, por la separación imposible que se pretende hacer de los sucesos del año 1810 en Buenos Aires, ha pasado también en silencio la gesta librada un 20 de febrero de 1827.
   
Nos referimos a la Batalla de Ituzaingó, ejecutada contra el ocupante Imperio del Brasil, y logrado el triunfo patrio en fraternidad de armas argentinas y orientales.
   
Fue allí en ese resonante triunfo sobre fuerzas muy superiores y mejor equipadas, que los soldados criollos â€"entre cuyos jefes se contaron a Juan Antonio Lavalleja y a Manuel Oribe, bajo el mando supremo de Carlos María de Alvearâ€" que se logró que la Banda Oriental no fuera la “Provincia Cisplatina” del Imperio, como era el sueño imperial secular, considerando el Rio de la Plata como el límite natural de los dominios del Emperador.
   
Pero siempre lamentablemente hay un pero; tal triunfo logrado con el sacrificio de muchas valientes vidas se frustró por los manejos del Ministro de Rivadavia, Manuel García, cediendo ante un enemigo que había sido derrotado ampliamente, mediante manejos, ocultos o no, de “mediadores” extranjeros y creando un estado que se llamó Uruguay, como “algodón entre dos cristales”, como se lo ha llamado por algunos.
   
De tal forma Argentina pierde la Provincia Oriental, la más estratégica, que le daba la navegabilidad de los ríos hacia el corazón del Imperio, y por tanto, constituye, a pesar de la sacrificada victoria por las armas, un triunfo del Imperio Británico por la mediación “amistosa” de Lord Ponsonby, en sus planes de hegemonía.
   
Brasil, al decir de Carlos María Ramírez, realizaba sus sueños al trozar aquel territorio que se alzaría con la Convención de 1828, con la verdadera segregación de la Provincia Oriental. Por su parte, Roberto Ares Pons, en “Uruguay: ¿Provincia o Nación?”, Edic. del Nuevo Mundo, pág. 29, nos expresa: “La traición del patriciado montevideano, la acción de la diplomacia porteña que atrae la invasión portuguesa y logra deshacer el frente de los caudillos victoriosos, sellan la derrota del federalismo rioplatense y posibilitan la desmembración de las Provincias Unidas”. Y agregamos nosotros, la continuación de la destrucción de la magnífica construcción geopolítica que fueron los Reinos de Indias. Y allí podíamos seguir: los grandes y gloriosos derrotados, con quienes la Patria Grande siempre estará en deuda, pues no podrá pagar nunca lo mucho que lucharon y sufrieron por sus ideales: Juan Manuel de Rosas, quien dejará eterna memoria en la Vuelta de Obligado ante la prepotencia extranjera, o José Artigas, también digno representante del federalismo.
   
Se debe llamar la atención que en la gesta de Ituzaingó se consagraron los más puros ideales artiguistas, derrotando al enemigo que siempre había combatido el prócer, el que lamentablemente ya estaba exiliado en Paraguay. Por tanto, aunque no presente el Héroe Oriental que fue  también caudillo argentino, los corceles y sables de las cargas de caballería criolla contaron, a no dudarlo, con su aliento y entusiasmo por liberar estos territorios del pesado yugo luso-brasileño.
   
Una calle importante de nuestra Ciudad Vieja lleva el nombre de tal hecho de armas, y sin embargo ha transcurrido el mes de febrero sin que nadie se haya acordado en este país de tal gesta de importancia trascendental para nuestra verdadera soberanía. Tal hecho, con Rincón, con Sarandí, con la heroica conquista de las Misiones, no pueden pasarse por alto como si no representaran a nadie. Señores: ¿Qué nos está pasando a los orientales? ¿Ningún recuerdo para los hechos importantes de la Patria? ¿Se han marchitado definitivamente los laureles de antiguas glorias? ¿Hay, hoy, en estos momentos, en esta tierra oriental, maestros y profesores que enseñen a sus alumnos el valor de estos hechos y su significación y consecuencias?
   
Es en el fecundo año 1825 que nuestro Brigadier General Juan Antonio Lavalleja proclama en la histórica villa de Soriano un verdadero alegato por la libertad que comienza con estas palabras: “VIVA LA PATRIA - ARGENTINOS ORIENTALES!!! Llegó por fin el momento de redimir nuestra AMADA PATRIA de la ignominiosa esclavitud en que ha gemido por tanto años, y elevarla con nuestro esfuerzo al puesto eminente que le reserva el destino de los pueblos LIBRES del Nuevo Mundo. El grito heroico de LIBERTAD retumba ya por nuestrtos dilatados campos con el estrépito belicoso de la guerra…”
   
Convengamos en algo, ya que hoy se habla tanto de la importancia del saber técnico: también la formación de la personalidad se templa en el conocimiento de los hechos históricos que nos da el conocimiento de dónde venimos y hacia dónde vamos. La persona es una  e indivisible: el conocimiento del pasado, de sus glorias y luchas es tambien parte de la educación integral.
   
Convengamos en esto, o resignémonos a ser, definitivamente, un rebaño dócil que no sabe de donde viene, quién es y hacia dónde se dirige. Triste destino que no supera ni superará ninguna bonanza económica, por alta que sea esta. Recordemos que el escritor inglés George Orwell, el mismo de “1984”, donde señala la “robotización” inhumana del hombre víctima de un estado totalitario bolchevique, finaliza su “Rebelión en la Granja” con estas ominosas y tristes palabras, que pueden ser de aplicación a quienes han perdido su identidad y sólo constituyen un conjunto de seres consumistas, que no conocen quiénes son y de dónde vienen: “Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro”. Pensemos y actuemos entonces, en consecuencia.Tal vez aún estamos a tiempo.
   

Jorge P. Andregnette Capurro
http://elblogdecabildo.blogspot.com/201 ... rmana.html


lince

#1
Gracias,.....

el bocha

#2
Muy buen aporte  :sm138:

donquijote

#3
Muy bueno.

werewolf

#4
por eso me gusta la historia argentina, porque mas alla de las traiciones, guerras fraticidas y mas traiciones a la patria, los que eran grosos, eran re, pero re grosos.

caverna

#5
Muy buen informe. Que olvidado que esta esa parte de la historia. Gracias.