2 de abril: Malvinas, colonialismo y ciudadanía armada

Publicado por ALUTARA PRENSA, Abril 02, 2012, 08:50:41 PM

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ALUTARA PRENSA

Hoy, que se cumplen 30 años del desembarco argentino en las islas, la causa Malvinas está bien presente en la agenda pública. En todo el país se extienden los homenajes a quienes tomaron las armas para defender una causa que los argentinos entendemos justa.

Ante todo, es tiempo de homenaje para aquellos ciudadanos que, en cumplimiento de la Constitución, fueron llamados a armarse para defender a la Patria, herederos de la tradición iniciada por Manuel Belgrano, el primer civil que se instruyó en el manejo de las armas para prestar servicio patriótico. Pero también es tiempo de reflexión acerca de las implicancias de esta fecha.

Así como reconocemos a nuestros héroes, todos tenemos en claro quién es el enemigo. Pero, al igual que muchas veces lo hacemos con nuestros veteranos, el reconocimiento de nuestro enemigo es meramente retórico, ya que olvidamos cuáles son sus prácticas y cuáles son las "zonceras" en las que nos hace creer.

No conviene olvidar jamás que enfrente nuestro tenemos a una potencia que, aún en decadencia, no renuncia a la anacrónica práctica del colonialismo. Un Reino Unido que les teme, con justa razón, a los ciudadanos argentinos en armas.

Fueron los comerciantes de Buenos Aires quienes, en 1806 y 1807, tomaron las armas para repeler un intento del mismo colonialismo que hoy repudiamos.

O, ya que recordamos nuestras Malvinas, conviene también recordar quién fue el Gaucho Rivero, ese cuyo nombre muchos escucharon por primera vez al bautizarse así el campeonato local de fútbol. Este humilde peón rural, acompañado por un puñado de indígenas acriollados, se alzó en armas contra la ocupación británica de las islas allá por 1833, logrando que durante cinco meses flameara en el archipiélago el pabellón nacional.

Apenas dos casos bastan para entender por qué el Reino Unido promueve, en nuestro país y a nivel mundial, las campañas de desarme civil. Se trata de evitar, a toda costa, que exista una última línea de respuesta ante la agresión: los ciudadanos en armas. Al enemigo le conviene tenernos atados de pies y de manos, por si algún día se despierta con intenciones de expandir su imperio.

Por eso es que el Reino Unido invierte tanto dinero –a través de sus embajadas en el mundo o de fundaciones claramente vinculadas a su gobierno- en financiar a las ONG desarmistas.

No creamos tampoco que estos planes de desarme son una consideración especial que el Reino Unido nos brinda a los argentinos, preocupado por los conflictos interpersonales, los accidentes, los suicidios o cualquier causa capaz de ponernos sensibles y bajar la guardia. Son parte de su modus operandi, como demostraron en la India al vérselas en problemas para mantener su dominio colonial.

Incluso, aplican esa medicina sobre su propio pueblo, restringiendo al máximo la tenencia de armas hasta el punto que solamente los nobles pueden darse el lujo de practicar el deporte de la caza. Es claro: la Corona tiene bien fresco el recuerdo de la Magna Carta Libertatum impuesta a Juan Sin Tierra como una limitación a su poder omnímodo, o de las revueltas del té que encendieron la mecha de la Independencia en toda América.

La verdad queda expuesta. A quienes no pueden verla, les recordamos entonces las sabias palabras de Arturo Jauretche: "El verdadero enemigo nunca está enfrente. Ese es el blanco prefabricado para que no tiremos sobre el enemigo que está al lado, arriba o detrás, y que además tiene cara de amigo. Para defender la Patria es conveniente saber tirar, pero imprescindible saber quién es el enemigo".

Solamente teniendo en claro de qué lado está cada uno, podremos tener autoridad moral para honrar a los héroes de la Patria.