YO Maestro Jedi, YO sé todo. parte 1

Publicado por condicionuno, Diciembre 21, 2015, 04:35:50 PM

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condicionuno

Un gran articulo de Cecilio Andrade. Vale la pena
Lo saque de su blog: http://cecilioandrade.blogspot.com.ar/2015/05/yo-maestro-jedi-yo-se-todo.html#comment-form


YO Maestro Jedi, YO sé todo.

Por Cecilio Andrade

"La mayor parte de la instrucción es que a uno le recuerden las cosas que ya sabía". ¿Reconocen la cita? No es una de las más conocidas de Platón, pero quizás si debiera serlo en muchos ámbitos profesionales, y en el del profesional armado con más razón quizás. Pensándolo bien en el de los médicos también, sin duda, ambos trabajan con vidas. Un individuo mental y éticamente sano debería aspirar a seguir aprendiendo y creciendo hasta el último momento de su vida. Si es listo aprenderá de sus errores, de los errores de otros si es inteligente, y si es sabio lo hará de los éxitos de los demás. En el mundo del profesional armado esto implica estar continuamente aprendiendo, actualizándose, siendo un eterno alumno en definitiva. Después de todo como dijo perfectamente un poeta, Archibald MacLeish, "sólo hay una cosa más dolorosa que aprender de la experiencia, y es no aprender de ella", sea propia o de otros, me gustaría añadir personalmente, si me permiten.

¿Acaso hay algo que valga la pena que sea fácil de aprender?




En una época donde la palabra escrita queda relegada por la frase "una imagen vale más que mil palabras", Youtube es una magnífica herramienta de información, sin duda, siempre y cuando seamos capaces de encontrar la aguja en ese enorme pajar. Ni imaginan cuantos oyentes de conferencias o alumnos de cursos me sueltan cosas como "pues en Youtube he visto a fulanito haciendo eso así o asá". Sin pretender menospreciar a nadie debemos preguntarnos muchas cosas al ver cualquier imagen, por muy técnica, estructurada y avalada de currículos que venga. La mayoría de los protagonistas de esos videos no lo hacen con mala intención, pero una gran cantidad de ellos suelen ver únicamente los hechos desde el lente que les toca personalmente.


Al ver cualquier imagen pregúntense siempre cosas como estas, entre otras:

-        ¿En qué campo tiene experiencia el autor?

-        ¿En qué contexto aplica estas técnicas?

-        ¿Existe un interés comercial y/o personal implícito?

-        ¿Son extrapolables sus experiencias a mi parcela de trabajo o a otros ámbitos?

-        ¿Legal, moral y éticamente es aplicable en mi entorno u otros?

Y, créanme, no solo se aplican a videos de Youtube y fotos de Facebook, por nombrar las dos plataformas más usadas, se aplican también a los cientos, si no miles, de instructores, maestros y gurús que alimentan un gremio profesional inseguro y preocupado. Realmente esos cientos o miles son los arboles que no nos dejan ver, en muchos casos, el bosque del mundo del adiestramiento táctico y armado.

Después de todo, si todos los profesionales armados y legítimos usuarios deben pasar por cursos, academias, capacitaciones, reciclajes, etc.... ¿Qué necesidad hay de otros cursos más? ¿No les enseñan ya todo lo que necesitan? ¿Para qué más? ¿Para qué derrochar más tiempo y dinero?

¿Uds. que opinan?

Personalmente tengo mi opinión sobre ello, algunos ya la conocen y no necesitamos entrar en detalles en el presente trabajo. Es para los que como yo opinan que aprender, adiestrarse, asistir a cursos y eventos, son solo mojones kilométricos en el "Camino" que hemos elegido seguir, para los que ha sido publicado este texto.

Para los demás... no vale la pena que se aburran con este texto.

¿Por qué seguir aprendiendo?

En todo lo que nos propongamos en la vida para avanzar y mejorar, resultando a la vez creíbles a nuestro juez más exigente, nosotros mismos, necesitamos demostrarnos tres cosas de forma constante.

-          Iniciativa.

-          Sacrificio.

-          Madurez.

Hay que moverse para llegar a algún lado, iniciativa. Debemos renunciar a determinadas cosas para poder avanzar, sacrificio. Hay que crecer para poder progresar, madurez.

No es difícil... ¿o sí lo es?

Como dijo la gran Mafalda mientras se veía con sus amigos reflejada en un espejo "hemos encontrado al enemigo... y somos nosotros".

Ciertamente solemos ser nuestro más cruel enemigo, generamos autocomplacencia que nos hace vernos como alguien no necesitado de mejorar, o también alguien que puede mejorar y alcanzar cualquier meta solo y sin ayuda. Una u otra situación implica un ego dañino y peligroso, para uno mismo, y, si somos profesionales armados supuestos protectores de la sociedad, para terceros.

Si no nos vemos a nosotros mismos de forma realista nunca comprenderemos donde yacen nuestras dificultades y limitaciones, y si no las vemos no podremos avanzar y mejorar, nos estancaremos en un cómodo y confortable limbo personal. Lo cierto es que el mundo real no es ni cómodo ni confortable. Es por ello que necesitamos ponernos a prueba continuamente, y no se trata de buscar un duelo al estilo de "OK Corral", si no de interactuar en entrenamientos, capacitaciones y cursos donde nuestro ego puede sufrir pero, gracias a ese sufrimiento, lograremos alcanzar puntos donde mejorar y anclarnos para seguir ascendiendo en nuestro "Camino".

Instructor modelo "gaviota".

Permítanme parafrasear de forma burda a un antiguo filósofo, la cursiva es mía, "la civilización está en peligro cuando el que no ha aprendido a aprender le es dado el derecho a enseñar", ¿les suena? Seguro que si, y mucho.

Eso es el mundo actual, aunque ya maestros marciales orientales y occidentales desde hace siglos lo han comentado y criticado, donde el negocio y la vistosidad es lo  que genera el mercado de la instrucción táctica. Nada nuevo, y desde luego normal y lógico, hay que ganarse la vida, y la despensa diaria se llena con dinero, no seamos hipócritas en ello.

Una cuestión que suelo mirar en los instructores es su nivel de aceptación de comentarios y críticas, dice mucho ese detalle. Según Aristóteles lo mejor para evitar comentarios y críticas es no decir, no hacer y... no ser en resumen. Pero si no somos ese tipo de "no ser" debemos estar dispuestos a asumir comentarios y criticas, como personas es lo sano, como instructor o maestro es lo obligado.

Si contestan que tal gurú se lo enseñó, que tal mega fantástica unidad especial lo hace, o que lo aprendió mientras trabajaba para algo de lo que no puede hablar, sin más razones.... Seguro que saben lo que me pasa por mi mente al oírlo. Lo dejaré ahí.

Existen muchos tipos de gurús en este ámbito específico,  pero sin duda el más peligroso de todos es el instructor modelo "gaviota", cuando algo no sale como enseña, llega volando, con mucho ruido y llenándolo todo de m... heces. Identificarlos no suele ser difícil... ¿Cuántos conocen así?

Quien explica contexto, porqué, cómo, cuándo, y donde, denota confianza en su enseñanza, en sus conocimientos, en si mismo... ¿conocen alguno así? No lo suelten.

Escuchar, la mejor lección.

La mayoría de las personas viven con tres falacias en su vida, y se las creen, me gusta contarlo porque es una de esas verdades en las que no hay sexismo, ya que tanto hombres como mujeres lo sufren, a saber:

-          Tengo un sentido del humor exquisito.

-          Soy un gran y experto conductor.

-          Soy un gran oyente, me encanta escuchar.

De las tres la más falsa y extendida, y la que más nos incumbe en este trabajo, es la tercera ¿somos buenos escuchando? Poquísima gente lo es.

Existen infinidad de estudios que afirman que el ser humano promedio oye la mitad de lo que se dice, escucha la mitad de lo que oye, comprende la mitad de lo que ha escuchado, de lo cual cree solo la mitad, y de esa mitad apenas recuerda otra mitad de ello. En un curso táctico típico de 8 horas, del tipo práctico,  y con alumnos promedio tenemos la siguiente ecuación resultante.

-          De las 8 hoyas de curso habrá la mitad de charla, 4 horas.

-          De las cuales oirán la mitad, 2 horas.

-          Pero escucharán solo una hora.

-          Comprenderán tan solo 30 minutos de esa hora.

-          Creerán simplemente 15 minutos.

-          Y finalmente recordarán... 8 minutos de toda la jornada.

¿Realmente sabemos escuchar? Juzguen ustedes.

Y ahora la pregunta del millón, un instructor normalmente dedica más tiempo a hablar que a escuchar en una clase típica, 8 horas, por lo que su cómputo final de tiempo será infinitamente más reducido, aun así ¿sabe escuchar cuando le toca hacerlo? "Oídos sordos" son un síntoma claro de una "mente cerrada", y... ¿cómo debe ser la mente de un buen instructor?

Un instructor que sabe escuchar transmite confianza, sabe interpretar lo que buscan, necesitan e inquieta a sus alumnos, no vende un producto artificioso, mecánico y clasificado, si no que, como buen artesano, ofrece una obra de arte adaptada a cada uno de sus alumnos. ¿Conocen muchos así? Enhorabuena por ello.

Sembrar para cosechar.

El éxito en la vida puede ser mucho más que acumular ceros en una cuenta corriente, para muchos puede ser tan simple como saber su propósito en la vida, crecer hasta alcanzar el máximo potencial posible y sembrar semillas que beneficien a otros....aunque quizás "simple" no es la palabra adecuada.

Un instructor debe explotar y potenciar sus dones ya que ese es el propósito que cumple una persona en la vida, ni más ni menos. De nada vale desperdiciar la vida haciendo alarde de cualidades y capacidades que no se poseen, dejando de lado las que si se poseen porque no son tan "cool" ni de moda. Por desgracia es un mal que está muy... muy extendido.

La capacidad de enseñar determina el nivel de eficacia de un instructor. ¿Cuántos alumnos han superado a ese instructor? ¿Cuántos están recorriendo "Caminos" nuevos gracias a él? Si son muchos es perfecto, sin son varios también es bueno, pero si ninguno parece poder superar o seguir otras rutas da que pensar... ¿no creen?

Los mejores instructores desean sacar y ampliar los dones y capacidades de los demás, llevarlos a crecer y mejorar; los mediocres, en cambio, tratan de imponer los mismos límites que se han impuesto a sí mismos. Un buen instructor se alegra de los alumnos que logran subir más allá de donde el alcanzó a llegar, lo considera un triunfo personal, un éxito en su vida. Es sencillo, se enseña para mejorar a los alumnos, y si estos avanzan más lejos que uno mismo es que la enseñanza es correcta y positiva... ¿existe mayor éxito como instructor?

Un mal instructor es un segador que corta la mies de sus alumnos antes de que esta madure y fructifique, para no verse superado obviamente. Uno bueno siembra y riega hasta que está madura y esparce sus semillas en su entorno. ¿Cuántos segadores conocen? ¿Y sembradores?

angel

 :sm138: :sm138: :sm137: :sm137: :sm137:  Excelente y aplicable a todos los ámbitos de nuestra vida!!!
Muy bueno Pablo... como siempre, bah... :)




condicionuno

Cita de: angel en Diciembre 21, 2015, 05:42:55 PM
:sm138: :sm138: :sm137: :sm137: :sm137:  Excelente y aplicable a todos los ámbitos de nuestra vida!!!
Muy bueno Pablo... como siempre, bah... :)
jajajaa!!!! Gracias, Angel. Me gusta compartir con mis camaradas las cosas interesantes que encuentro...

cadetito

#3
Mucha instrucción militar es impartida por instructores gaviota, creo que debe ser el sistema que los hace así :sm198: Solo me tocó un instructor 'de los buenos'. Supongo q soy un afortunado jejeje

carlos.masola

Me gusto, dice grandes verdades. Eso oasa en los mas diversos ambitos.
En otro orden de cosas quiero desearles a ustedes y todos los foristas que pasen muy feliz Navidad y augurandoles un muy buen y prospero 2016.
Gran saludo!


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