YO Maestro Jedi, YO sé todo. Parte 2

Publicado por condicionuno, Diciembre 21, 2015, 04:33:41 PM

Tema anterior - Siguiente tema

condicionuno

Para saber cómo es un instructor miren a sus alumnos.

Enseñar a individuos.

Es muy rara hoy en día la enseñanza individual al estilo de los antiguos maestros marciales, o de los caballeros Jedi en la Guerra de las Galaxias. Hoy día se organizan en clases y cursos de grupos más o menos grandes, más o menos homogéneos y más o menos interesados. Se suele aplicar la consigna de que el instructor debe alcanzar una media general, nada de realizar la enseñanza adaptándola individuo a individuo, eso es "perder el tiempo". Si apoyamos a los más hábiles frustramos a los menos, algo políticamente incorrecto hoy en día ¿verdad?

Usando el ejemplo de varios autores, esto se resume en algo tan sencillo como enviar patos a una escuela de águilas, todos saldrán frustrados, los patos, las águilas, los instructores. Los patos no alcanzarán los rendimientos de las águilas y se frustrarán, sin contar que quizás no deseen ser águilas, que se sientan bien como patos. Los águilas se frustrarán  al no poder trabajar al máximo de sus capacidades si no con las de los patos con los que comparte clase y la "media académica" final.

Y como instructor ¿cómo se sentirá? Si es parte del sistema le dará igual, solo debe cumplir con la media exigida cobrar y punto. Ud. ya ha cumplido. Si es bueno no estará de acuerdo y buscará formas de subir la media de los patos sin que dejen de serlo, y que las águilas puedan subir también al límite de sus capacidades. Ambos, patos y águilas, se beneficiarán de ello, y entre ellos, ampliando y mejorando sus capacidades al máximo sin frustrarse.

Lo curioso es que incluso la "media general", tan importante en muchas academias, también resulta más alta y mejorada. Curioso.... Sin duda curioso.

Lo maravilloso de cometer errores.

¿Cómo? ¿Errores? Entonces no es instructor.... Eso dirán muchos. ¿Es correcto ese pensamiento? ¿Me puede decir alguien como se puede aprender realmente sin equivocarse?

Todo aprendizaje implica error, simplemente porque hacemos algo nuevo y diferente, así se aprende, con lo que no sabemos, con lo que no dominamos. Ejecutar algo sin errores involucra que ya sabemos, y por tanto no es aprender, es entrenar y mantener habilidades que ya poseemos. Eso no es aprender.

Un instructor que jamás comete errores implica que, o bien es un mentiroso ocultado sus fallos, o simplemente no se sale de lo que ya sabe y domina, se mantiene en su zona de confort. "Soy muy bueno en esto, para que cambiar, para que arriesgarme a quedar mal frente a mis alumnos". Lo malo de todo esto es simple, estancarse implica retroceder, cerrar las miras, no querer ver más allá de lo que "sabemos" que podemos hacer bien, implica no crecer ni mejorar.

Busquen instructores que cometan errores, que aprendan de ellos y que sepan transmitirles esos errores a Uds., para intentar que no los cometan o que comprendan en su caso en que erraron y como pueden sacar sus propias lecciones.

Errar humano es, dice la traducción del aforismo latino, y es una gran verdad, como lo es que de los errores se aprende... ¿o no lo creen Uds. así?

Nunca se deja de aprender.

Para crecer hay que tener intención, y para ser un buen instructor es fundamental ser un buen alumno o aprendiz, simple y llanamente. Para enseñar primero hay que aprender, para seguir enseñando hay que seguir aprendiendo, y eso es únicamente posible si se invierte en uno mismo y buscamos salir del trono de instructor, maestro, sensei, e invertimos en nosotros dejando el gorro del ego debajo de ese trono para volver a ser alumno y cometer errores.

"A veces maestro, siempre alumno" ¿les suena de algo? Si un instructor no crece sus alumnos tampoco podrán hacerlo mientras dependan de él.

Por otro lado cada persona con las que interactuamos, otros instructores, alumnos, individuos de nuestro entorno, tienen el potencial de enseñar algo. Un buen instructor saca más de cada uno de sus alumnos de lo que generalmente se cree.

En el funeral de Abraham Lincoln, Phillips Brooks dijo: "Es triste el día en el que el hombre llega a sentirse absolutamente satisfecho con la vida que está viviendo, los pensamientos que está pensando y las obras que está ejecutando; cuando en las puertas de su alma cesa el constante tocar del deseo de hacer algo mayor, lo cual él busca y sabe que está destinado a hacer."

Estar y mantenerse por deseo propio en la zona de inercia, confort o comodidad es malo para cualquier persona, pero en un instructor puede ser aun peor. La mayoría prefiere lidiar con viejos problemas a enfrentarse soluciones nuevas. Para aprender hay que salir de la zona de confort y estancamiento, ya lo vimos antes. Hay que buscar personas que son mejores que nosotros en algún campo, eso nos hará crecer y mejorar, sin duda no es algo cómodo por más beneficioso que sea.

El ego en su lugar.

Suelo ir a cursos impartidos por instructores del lado este del océano Atlántico, donde resido ahora, y a algunos de estos viejos conocidos les costaba verme en el lado de los alumnos, cuando en realidad es donde más me gusta estar. No me malinterpreten, adoro comunicar y transmitir, enseñar, pero lo que realmente me hace feliz es aprender cosas nuevas, soy adicto a ello, lo reconozco, ya sea con lecturas como en cualquier otro formato.

Solían tratarme con cierta deferencia profesional que muchas veces afectaba a lo que realmente podía haber aprendido. Con el tiempo acabamos llegando al compromiso de que si ellos no me trataban con deferencia y si con mayor nivel de exigencia, por mi parte les devolvería el favor tratándolos de la misma forma cuando me tocara ponerme la capa de instructor. Y funciona, reconozco que a veces me siento avergonzado al no ser capaz de ejecutar algunos de los ejercicios con una perfección acorde con mi supuesta reputación. Pero al final mi ego recibe su premio cuando logro hacerlo mejor superando mi vergüenza y mis limitaciones.

Por desgracia a estas alturas de mi vida profesional se me presupone una serie de capacidades que realmente están muy por encima de la realidad, cosa que muchos amigos y compañeros no quieren reconocer, por más que se lo demuestro día a día. En fin... lo lamento.

Otras veces me he encontrado con muchos de esos mismos, y otros, compañeros instructores que me contactan para dar cursos específicos, lo cual es un buen punto a su favor, llamar a otro para que imparta lo que uno mismo hace entre los suyos habla bien de su ego personal y profesional. Muchos me dicen que será un alumno más, lo cual me hace comprender lo que pasa por sus mentes cuando soy yo el que pretende lo mismo en sus clases, no es fácil tener gente con grandes conocimientos enfrente, por más amigos que sean.

Pero también hay algunos que dicen cosas como que serán mi ayudante o instructor adjunto, "ya sabe Cecilio, me conocen y debo mantener mi imagen". Si, ya se, lo sé bien, muy bien en realidad, el ego nos afecta a todos en un momento u otro de nuestra vida profesional o personal, yo mismo no puedo negarlo.

El ego es un simple gorro que podemos ponernos o quitarnos si tenemos la voluntad para ello, y para aprender lo mejor es dejarlo en el altillo del armario, bien lejos de nosotros. Solo así aprenderemos de verdad. Pero claro, para ello debemos estar dispuestos a sufrir hematomas en nuestro ego... no todos están dispuestos a ello, y menos frente a otros

Ejercicio personal y privado.

Como ya es habitual últimamente les propondré un par de ejercicios sencillos. Eso sí, esta vez les sugiero que lo hagan solo para Uds. No compartan con nadie sus conclusiones, no queremos molestar ni afectar egos ajenos, tan solo sacar conclusiones personales para dirigir sus futuros avances. También será útil para los que son o pretender ser instructores, que descubrirán que factores quieren copiar y cuales obviar en su forma de enseñar y guiar a otros.

El primero es el que ya les comenté al principio del texto, respondan la preguntas que les propuse con cada uno de esos instructores que son su referencia profesional, e incluso háganlo con Uds. mismos.

-        ¿En qué campo tiene experiencia el autor?

-        ¿En qué contexto aplica estas técnicas?

-        ¿Existe un interés comercial y/o personal implícito?

-        ¿Son extrapolables sus experiencias a mi parcela de trabajo o a otros ámbitos?

-        ¿Legal, moral y éticamente es aplicable en mi entorno u otros?

El segundo ejercicio exige un poco más de atención. Usen los comentarios y preguntas que he ido planteando, a lo largo del texto, aplicándolos a esos mismos instructores de referencia y/o a Uds. mismos.

Cuidado con los egos.

Mis disculpas.

Cuando comencé el presente trabajo, si han conseguido terminar de leerlo pese a mi prosa,  tan solo pretendía crear una simple reseña de lo que considero que debemos observar en ese instructor al que entregamos nuestra confianza para que nos enseñe procedimientos y técnicas con la que salvar vidas. Y parece ser que se me fue la mano.

Un viejo y gran amigo me definió como filósofo táctico, desde luego parece ser que la edad le está dando la razón, me hago viejo y pesado en mi prosa y textos. Lo lamento, al final no sé realmente lo que he creado, una guía, una queja, un panegírico, no se... lo mismo es tan solo un simple aireador de ego... el mío.... O un pobre  chucho con ínfulas de lobo aullando a la Luna.

Disculpen.

Cuídense y cuiden de los suyos.

angel